la hora pasaba y nada podía hacer, nada. todo estaba hecho. cogí mis maletas y salí de aquel hospital. sabía que era una locura pero era la primera vez que hacía algo por cuenta mía. tomé un auto y le dije que me llevara a casa... el viaje fue bello. durante todo el viaje hablamos de muchas cosas, de su familia, amigos, hermanos, hijos, etc., pero, tan solo le escuchaba y asentía. hubo un silencio y me preguntó si era casado. le dije la verdad, me miró a los ojos y sorprendido me dijo que la soledad es terrible... sonreí o hice un gesto de comprensión. le dije que la soledad era diferente a desolación, que estar solo no es terrible si se está bien, con la verdad en su alma... eso le dije. me escuchó y no volvió a hablar. llegamos a mi casa y bajé, antes le pagué, por supuesto... estaba entrando a mi casa cuando vi en la puerta una nota: "SE VENDE". me extrañó mucho, pero igual entré. sentí el temor de estar ya muerto, que quien andaba era mi alma, o algo que no estaba a mi alcance de comprensión. miré mis manos y sí, era las mías. me miré en un espejo y sí, era yo... viejo, calvo, flaco, amarillo y con los ojos casi apagados... era lo que quedaba luego de tanta operación y operación para matar el cáncer que masticaba mi estadía en este planeta... dejé de mirarme y fui hacia el baño. me lavé los dientes, pero, los tenía tan pocos... igual lo hice. me bañé y vi con tristeza todos los cortes en mi estómago y ese bulto en medio de mi estómago... le acaricié. ¿porqué?, me pregunté. es así, escuché una voz interior... apagué las luces y dormí... extrañamente dormí muy bien, sin sueños ni dolor... al fin, me dije. lo extraño fue que al despertar aún era de noche y no había cuarto ni nada, todo era un espacio negro, ni siquiera había silencio, nada, nada... quise tocarme, verme, paladear mis labios pero era como si estuviera en un sueño negro... estoy muerto, me dije y de repente, escuché mi voz, hablándome desde lejos. fui o algo de mi se acercó al sonido de mi voz, y cuando llegué vi tantas imágenes y todas eran mías... y allí supe que estaba en el final de esta conversación, luego, nada, tan solo que todas aquellas imágenes empezaron a esparcirse como nubes en el cielo... me gustó mucho y supe algo, extraño, pero que no se podía contar... luego, nada...
san isidro, mayo de 2008
|