Nunca quiso volver a Balvanera después del abandono, pobrecita, se resignó a quedarse en Chacarita marchitando en la biaba de la espera. Mina alegre, coqueta y milonguera era entonces la paica Margarita, "lo que es tuyo ni el diablo te lo quita" le aseguró una maga chapucera. Pero el falluto turro y bataclana en un quilombo puso a la bacana Margarita en el trono de su vida. Cuando hoy los ve la pobre en el Abasto yugándose algún quilo para el gasto saca su creditcard y los convida.
Texto agregado el 07-05-2008, y leído por 268 visitantes. (3 votos)