Mujer,
dibujada a trazos de acuarela,
mujer amiga
de aquellas que dan la vida.
Mujer sencilla,
que no teme vestirse de harapos,
que sabe que la magia está en el ser,
no en el "deber ser",
que no teme a su desnudez,
a mostrar sus curvas,
sus imperfecciones,
a mostrar lo que hay en el fondo de sus ojos,
la composición de su alma,
sus colores...
mujer mitológica,
de alas tornasoladas,
de pies lastimados
de tanto andar,
mujer niña,
que aún no ha perdido el asombro ante la vida,
mujer grande,
que sabe que su autenticidad
depende de cuan cerca llegue de lo que imagina de si misma,
de sus sueños,
aunque esta lucha implique vivir en un mundo paralelo,
- sin padecer esquizofrenia-
mujer tímida,
a ratos,
valiente,
aguerrida,
de aquellas que dan la vida,
mujer amante,
buscadora de placeres,
amante del mundo,
de las artes,
de la vida,
del amor...
mujer libre de hipocresía,
de las que no mienten al besar,
de aquellas que dan la vida
por mostrarse desnudas ante los ojos prístinos,
de las que saben con certeza
que los príncipes azules no existen,
más luchan por los celestes, aunque les cueste,
mujer de las que saben cuando guardar la voz
para no errar,
que saben cuando alzarla,
para triunfar,
de las que conocen las faces de sus lunas,
mujer desnuda,
que viste sus labios de verdad,
-que cuida de sí, para sí sus vestidos-
mujer,
de risa leve e insinuante
mujer...
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