Allá fuera,
donde será verano y de día,
donde la libertad que brinda la naturaleza
es intachable.
El verde pasto,
cientos de animales e insectos
viven su ciclo, sin rencor entre ellos.
Miles de hectareas para disfrutar,
kilómetros para recorrer,
el tiempo se hecha a andar
sin apuros, sin tapujos.
Un día de campo podría ser,
tal vez los mosquitos serían lo peor de la jornada.
El sol, quien sabe, podría excederse.
Pero el canto insesante de los pájaros,
y otros más, serían la fruta del paisaje.
Pero aquí estoy yo,
sentado en mi PC,
jugando juegos donde puedo revivir,
donde si hago algo mal
tengo otra oportunidad.
Donde el tiempo no es importante
porque siempre se puede volver a empezar,
corregir errores, cambiar lo que estuvo mal.
El tiempo se va,
mientras todo a mi alrededor es
negro, ya no hay sol.
Mientras debería estar haciendo cuentas
pensando en buscar un trabajo mejor
encontrar la forma de adecuarme
a la vida de esta ciudad.
Y el humo entra por mi ventana. |