El fuego de mis deseos, se apagan con el caudal de tu ternura. La impaciencia de mis sentidos, desaparece con una mirada tuya. El nerviosismo de mis sentidos, se apagan con tu hermosa sonrisa. El celo de mi rencor, se hiela con un beso tuyo. El dolor de mi interior, se curan con tus caricias de enfermera. Las lágrimas por tu ausencia, se cristalizan por tu regreso. ...de "Manifiesto Poético" Setiembre, 2006
Texto agregado el 06-05-2008, y leído por 219 visitantes. (1 voto)