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INDIOS VERDES-UNIVERSIDAD
TRAGEDIA
“A ti”.
Indios Verdes.
¡“Lleve su periódico, con detalles de la masacre donde hubo 30 muertos”!, se escucha un clamor gastado por los años, la que grita es una mujer de 67 años; que en sus manos marchitas lleva la derrota de aún no vender un solo ejemplar, con mirada más triste que la mismísima soledad que no se quiere, la miseria cubriendo su andar, sus pies morenos intentando protegerse en unas rotas sandalias de plástico que dejan ver el paso implacable del tiempo, anda cansada y se recarga junto a una pared, ahí pone su bolsa de mandado que tiene los 100 periódicos que debe vender para comer este día. Su voz ya cansada sigue gritando: ¡“Lleve su periódico, con detalles de la masacre”! A estas horas Indios Verdes es un mar de gente. Adriana, que estudia en Cuatepec la primaria, mira a la anciana y el título del encabezado, imagina y le pregunta a mama: ¿Mamita, cual es la tragedia?, ¿La señora que vende el periódico o cómo le va a explicar el señor farsante que sale en la televisión a sus hijos que mando matar a 30 personas?

Deportivo 18 de Marzo.
“La guadalupana, la guadalupana, la guadalupana, bajó al Tepeyac”…
Deja escapar una maldición ruborizada para esas personas, son miles, van en peregrinaje sobre Insurgentes Norte y van a la Basílica de Guadalupe, se aprieta la cara, esta furioso, les hubiera recriminado, pero se detiene, pues el taxista lleva una imagen de la Guadalupana colgando del retrovisor, junto a una patética aguilita que tiene el uniforme del América. La tonada le resuena en la memoria; porque de niño la coreaba para que su tía la “mejor” católica presumiera que era el niño que más canciones y oraciones del catecismo se sabía; suspira con coraje y recuerda que por esos años, sólo quería jugar con esa niña de sonrisa alegre a las escondidillas. Voltea a la peregrinación y ve a una mujer que anda desde un pueblito de Morelos llamado Anenecuilco, trae cargando un hijo en las espaldas y otro agarrado de la mano. Mueve la cabeza y piensa que ir caminando en las peregrinaciones es un esfuerzo sobrehumano por supuestos favores recibidos, al frente de los humildes van encabezando un par de “padrecitos” que ocultan su vicio por el dinero y los niños tras la sinceridad en la fe de las personas; le molesta todo; ya que el ni cree en dios y lo peor, llegara tarde con esa mujer que desea y le hacía perder las formas; la Sensual.
-¿Oiga jefe, me puedo fumar un cigarrito?, le dice al chofer del vocho verde
-Échele joven, además yo creo que todavía vamos a tardar un ratotote
Hay 3 cigarros, pero no encuentra el encendedor; vuelve a mirar los rostros cansados de la gente pobre; piensa que cada quién decide en que creer, ellos en una estampita de 2 por 10 pesos y él prefiere las bondades de una mujer, la literatura, lo útil de la protesta y la sabiduría del pulque. Abandona su mirada de la peregrinación y sólo piensa en las piernas de la Sensual que lo vuelven loco, es la esposa de su “mejor” amigo y no le importa, lo ha tenido perturbado desde que la conoció en aquella cena, donde por inseguro prefirió presentarle a Isaac en vez de tratar de conquistarla. Su cita, en el metro Deportivo 18 de Marzo, ella trabaja como maestra de Matemáticas en la Prepa 9, esta ansioso de verla; de repente suena su celular.
-¿Dónde estas? - pregunta Isaac a Joaquín
-¿Por qué? ando por el metro Eugenia buscando unas cosas para la boda de Mónica
-¡Ven en chinga!, estoy aquí afuera del metro Hospital General
-Cálmate cabrón, ¿Qué pasó?
-¡Rocío se accidentó!, esta en el hospital, perdió una mano, esta grave y dicen que…
Joaquín cuelga el teléfono, esta triste, nervioso, tiembla y comienza a llorar. Paga lo del taxi, se baja, sólo se le ocurre caminar junto a la peregrinación y empezar a rezar…

La Raza
40 minutos lleva detenida la línea 3 que va de Universidad a Indios Verdes, ya que un desconocido con las oportunidades escondidas, el amor caducado, las deudas con el banco vencidas; decidió aventarse a las vías en la estación La Raza, su intento salió mal, pero eso no es lo peor, ahora el anónimo de treinta y tantos años, no sólo ésta vivo y con el cuerpo fracturado, su tragedia, es que tendrá que mirar a los ojos a su esposa y a sus 3 hijos, para explicarles que ellos no fueron motivo suficiente para ser feliz, deberá decirles que simplemente ya esta cansado de vivir…

Tlatelolco
Una vez más, no llegará– piensa Mariana
La hora acordada es la misma, el lugar es la esquina de Manuel González y el Eje Central, en el parquecito. Ella no es la misma, ya tiene 2 libros publicados, es una reconocida doctora y cumplió el sueño de conocer Europa; el paisaje también ha cambiado, ahora, hasta había metro. Cree que la estación Tlatelolco debería llevar otro nombre. Todo esta transformado. Menos esa fecha, es un día especial del año, se ha convertido en un ritual. Ella con un morral gris, el mismo libro de poesía, la bufanda de él y naranjas, porque le gustaban mucho a él. A pesar del tiempo, esta segura que en cuanto se vean correrán a abrazarse y demostrar que el tiempo sólo pasa cuando uno quiere. Ya es tarde, tendrá que irse, ya es noche y la lluvia aparece junto con un frio tremendo. Aunque la pone contenta imaginar que tal vez él estará en algún pueblito, hablando y haciendo soñar a la gente con los cuentos que él decía. Para ella la tragedia es que Rubén no llegara a la cita, como no ha llegado desde aquella tarde del 3 de Octubre de hace ya 39 años. Se marcha y se pregunta si él aún vivirá…

GUERRERO
-¡Saca pa´ la mona pinche “punk”!
-¡Nel cabrón!, además ya llevas cuatro días en el viaje, deberías de comer algo “roñas”
-Te haces bien pendejo wey, ya me dijeron que andas escondiendo unos pinches pesos
-Simón, pero son pa´ comprarle un vestidito re chulo a la Charon
-Ahhh, que la verga, ya compártelos o te ando enterrando la punta ojete
-¡Aguanta! “roñas”, estas bien pinche marihuano
-¡Vete a la verga!, además esa vieja ni te va´pelar
Eduardo como se llama el “punk”, recibirá 2 navajazos y su rostro quedara marcado desde sus 16 años hasta el ultimo día de su vida; no lo contrataran en ninguna empresa, por su “mala imagen” (aunque con o sin cicatrices, el destino ya le había escupido a la cara); pero su tragedia, es que no podrá comprarle un vestidito nuevo a Sharon, la niña de 15 años que tanto le gusta. El “roñas”, morirá atropellado en 2 semanas, mientras escapa de un policía que lo persigue por robarse una torta, solo eso, una torta…

Hidalgo
En el puesto de tortas de 2 por 15 pesos que esta en el metro Hidalgo, muchos quedan en silencio al escuchar de la televisión: “Después de muchos alegatos, esta confirmado, las elecciones fueron totalmente limpias y un ejemplo de democracia para el mundo entero, el candidato de izquierda pierde las elecciones, por que dios así lo quiere”, -dice un conductor- que días antes, en una manifestación de cientos de miles de personas, había dicho que solo eran unos cuantos revoltosos. En esa misma pantalla que pretende olvidar de tajo la pobreza, así como si nada, que busca enterrar la inconformidad, comprarnos los pensamientos, obsequiarnos la felicidad en una vida superficial que venden en sus comerciales, los que callan la tortura y abusos del poder con una telenovela y un reality show. Repiten la noticia y dan una “cobertura especial”, todos quedan en silencio porque es una tragedia, de las 14 personas que comen en el puesto de tortas, 12 habían votado por el candidato de izquierda y se preguntan como es que perdió, si están seguros que había tenido más votos, con todo y que le habían jugado a la “mala”, pero “Dios así lo quiere”; vuelve a decir el conductor de la televisión…

Juárez
¡Me lleva la chingada! – dice en voz baja, mientras mueve los dedos desesperadamente, como si entonara la canción mas fatal en un piano. Ya son las 6 de la tarde, Javier esta arrinconado y sofocado en la puerta del vagón, solo ve la estampa pegada en la puerta que dice: “Por su seguridad no se recargue en la puerta”. El metro lleva detenido 40 minutos en la estación Juárez, (¡sí!, Juárez, a solo una estación del metro Hidalgo).
“Señores usuarios, sentimos el retraso, pero una persona se aventó a las vías, en breve reanudaremos el servicio” – explicó por el sonido Arely, la conductora de aquel convoy.
¡Piche imbécil, falta que el wey ni se haya matado! (Sí, matado, no muerto). Javier trabaja como guardia de seguridad en una bodega de muebles que esta por el metro Etiopía, es día de quincena y le urge llegar al metro Hidalgo para alcanzar a cobrar su semana en el banco de Paseo de la Reforma (cobra los viernes porque la empresa donde trabaja paga a sus empleados semanalmente para evadir impuestos). Ese banco no entiende razones y mucho menos le importa que Juan Pablo, María Angélica y el pequeño José Román hoy no cenaran nada, porque a las 6 de la tarde deja de dar servicio y Javier no podrá tener su dinero (por el que ya trabajo), para llevar sorpresas a sus hijos. Al ver su evidente fracaso decide salir del vagón, tiene que empujar a un señor que lleva una caja con herramientas de plomería, suelta un codazo a un chavito de bermudas que leía al Che y termina por casi tirarle los lentes a una anciana que esta en la puerta. Escucha un reclamo:
¡Fíjate pendejo, has de llevar mucha prisa! – sentencia la sesentona al sentir la mochila de Javier pegándole en la cara.
Baja y sube escaleras para regresar a Centro Medico, transbordar y llegar a Pantitlán donde tomara un camión que lo lleve a la casucha que renta en Chimalhuacán.
“Como te voy a olvidar, como te voy a olvidar”, cantan los Ángeles Azules en la radio del chimeco donde Javier alcanzo lugar para sentarse y piensa que le dirá a su esposa Nadia. Le voy a pedir unos 300 pesos a mi compadre, ojala haya regresado del taller; va meditando, mientras se queda dormido.
Oiga señor, ya llegamos – le grita desde su asiento el chofer del chimeco, al momento que destapa una caguama, “para aguantar la joda”, le dice a su cacharpo.
¡Que paso!, ah si gracias, se vino de volada – estira los brazos, toma su mochila y mira el reloj. Las ocho y cuarto,es bien temprano, bueno por lo menos mi vieja y los niños se van a poner contentos que llegue antes a la casa, voy a pasar rápido a ver si esta mi compadre – piensa. Camina 2 calles pavimentadas y 3 sin pavimentar, toca; sale Rocío.
-Buenas noches comadre, oiga, ¿ya llego mi compadre?
-No compadre, pero ya no debe tardar, ¿no quiere pasar a esperarlo? – dice mientras se sacude su pelo
teñido color castaño claro (así decía el empaque del tinte que compro en el tianguis del domingo) y se
acomoda ligeramente su blusa, deja ver un poco de pezón.
-Mmm, no comadre, muchas gracias, mejor vengo al ratito, sirve que le caigo a Nadia y a los niños temprano.
-Ándale Javier derechito a casa y no vayas andar de coqueto eh – le dice mientras se despide.
Javier siente un escalofrió al rozar su mano.
Esa comadre todavía esta buena, me caí que nadamas porque quiero mucho a Nadia y respeto a mi compadre, sino, yo si me animaba, además se ve que ella también me tiene ganas – piensa mientras camina rumbo a la vieja casa que renta.
¿Dónde están las pinches llaves? – las busca en las bolsas del viejo pantalón negro que utiliza como uniforme, mientras le sorprende no escuchar los gritos y regaños de Nadia o los chillidos de sus hijos. Las encuentra, abre la puerta, los niños no están. (En este momento estan viendo la tele en la casa de la Tía Bere). En el sofá donde los domingos después de regresar del partido de fut, mira las luchas y se toma sus chelas, están unos pantalones de mezclilla que no son suyos, abre la puerta del cuarto y encuentra a Nadia, su esposa, fornicando en su propia cama de sabanas sucias con Martín, su compadre. Fue su culpa. Nunca se habría dado cuenta, Nadia pensó que habría mucha gente en el banco para cobrar los $658.20 pesos que Javier gana a la semana por cuidar la bodega, sabia que pasaría por un pollo rostizado y una coca bien fría, además de ir por los bolillos, por que eso hacia siempre Javier los viernes, Nadia estaba segura que llegaría después de las diez. Pero no fue así, trágicamente este viernes, Javier llego temprano…

Balderas
“Donde te prestamos, para que puedas comprar, todos tus sueños”, dicta el enorme espectacular colocado en la entrada del banco, que increíblemente se llama Banco México, aunque los millones de pesos en ganancias son en un 98% de hombres extranjeros que se complacen de su lucro en otras tierras. Pasan de las 8 de la noche, para la mujer tierna es su primer día como cajera en la sucursal de avenida Chapultepec; es de tez morena, hermoso cabello, delgada, trasero deseable, y en su mano derecha lleva pulseras de varios santitos, incluyendo por supuesto a San Juditas Tadeo. Salió del trabajo tarde por que era quincena y corte de caja, además para ganarse al jefe ofreció quedarse con la amante del jefe para finalizar los cortes. Al terminar, camina a Balderas, para llegar a Pantitlán y llegar a su casa en la Agrícola Oriental. Duda pasar por esa angosta calle, por que la luz es casi nula, pero ya quiere “descansar”; entra por esa calle oscura. De pronto; 3 hombres encapuchados, que destilan la perversidad sucia en sus cuerpos, la someten, la ultrajan, violentan su ser, ese que tantas veces había acariciado con ternura su novio, abusan de ella sin piedad. Esa mujer tan tierna; queda embarazada. La pulserita queda manchada del sudor de sus abusadores, esta vez San Juditas no pudo hacer nada. La desdicha es que dentro de unos meses morirá mientras da a luz a ese bebé, pero lo que más le dolerá a su novio que no le importará la violación y será su esposo, es que ellos confiaron en ese “Seguro para todos” que un señor de traje grande en la televisión, decía que daría cobertura de salud a los más pobres. Esa mujer de tremenda ternura morirá por negligencia medica y por creer en ese gobierno que miente sin descaro, pero la verdadera tragedia, es que si quería ser mama del bebé hermoso…

Niños Heroes
Al principio le causo un poco de asco, no le había gustado comer frio, aunque en realidad a sus 42 años, su metro con setenta y dos centímetros de estatura y sus ochenta kilos, nunca se había preparado de comer, por que su mama Antonia siempre estaba ahí, para calentarle las tortillas, el guisado. Pero ya iban 4 días que ahora solo consumía lo que había en el refrigerador, por fin sentía lo que era comer en el sillón, con los pies sobre la mesa, viendo pornografía, vestido con ropa arrugada y no le importaba que los vecinos de esa unidad habitacional ya empezaran a preguntarse donde estaba la tierna viejecita, mama de Víctor. La tragedia es que de pronto hubo un apagón en toda la ciudad, el refrigerador se apago y comenzó a deshielar, la sangre empezó a escurrir y los restos de su madre empezaron a ponerse a temperatura ambiente, de pronto colgó uno de sus brazos y Víctor solo pensó que su madre, esa pinche vieja que solo se había dedicado a limitarlo, ni muerta, dejaba de burlarse de la tragedia que era la vida de Víctor…….

Centro Medico
Suspira tiernamente. Hace tanto frío por aquí, especialmente cuando Roberto no llega a casa como hoy – piensa Teresa.
Ya es tarde y aún no logra conciliar el sueño, la espantan los cuetes que suenan afuera, mientras su pequeña Selene, duerme plácidamente en el viejo colchón. Teresa tiene 18 años, a los 15 conoció a Roberto en el metro Hidalgo, mientras esperaba a sus amigas de la secundaria para ir a un museo que esta por el centro.
-Hola ¿me puedes dar tu hora?, mujer bonita.
Así inicio la platica Roberto a Teresa, abajo del reloj de esa estación, aún recuerda que fue un 14 de Febrero, fue tan romántico decía Teresa a sus amigas de la secundaria; lo que más le gusto es que Roberto le dijo Mujer. Se hicieron novios y en menos de lo que imaginó estaba embarazada, sus papás la corrieron de casa en cuanto se enteraron, a la mamá de Roberto no le caía para nada Tere (así le decía hipócritamente “Tere”), sutilmente le recriminaba haber “embarcado” a su hijo y no permitirle terminar de estudiar en el CCH Oriente, con tan buenas calificaciones que llevaba, decía la señora Margarita. Roberto trabaja de mesero en un antro-bar de Insurgentes, no le marchaba mal, recibe propinas, puede estar viendo mujeres y de vez en cuando termina en algún hotel teniendo sexo con una de esas chavitas que van a “reventarse”. Teresa da vueltas en la cama, no entiende porque ha dejado de sentirse mal sabiendo que Roberto seguramente estaría cogiendo con una mujer, sabia de sus aventuras, pero nunca se atrevía a reclamarle, además, finalmente era el papá de Selene.
Pero esta madrugada esta perturbada y no deja de pensar en su novio de la secundaria, que ahora trabaja como empleado en una tienda departamental en Puebla, no deja de soñar con Erick, que no es guapo, pero era el único hombre que le escribió una poesía, aun recuerda que fue al primero que le mostro las estrías de sus piernas. Mira fijamente al techo que ya esta algo descarapelado, piensa en Erick y toma valor, sus ahorros que ascienden a $3458 pesos, cobija a Selene, sale en silencio y se marcha. En una hora estará en la terminal TAPO tomando un camión rumbo a Puebla en busca de Erick. Por la ventana del autobús mira la avenida Zaragoza, aún viene llena de peregrinos, biciclistas, pobres, que van a ver a la Virgen de Guadalupe; le da un beso a su pequeña Selene, aún no puede creer que esta madrugada se va para no volver, suspira, cierra los ojos y aprieta la imagen de la “guadalupana” que lleva en su mano izquierda.
Ya no volverá a abrir sus ojos. El autobús donde viaja, se estrellara contra un camión que transportaba a 47 peregrinos que venían de Oaxaca; la pequeña Selene quedará huérfana.

Zapata
Al fin suena el teléfono. Contesta Samanta, aunque su nombre es María Cecilia, pero le recomendaron que alcanzaría mejores clientes, si en el anuncio de servicios sexuales ponía un nombre más sensual. “Samanta mujer candente, hazme tuya, piel morena, caderas y senos de ensueño, no dudes en llamar, no tengo límites”…
Quien le marcó al celular, pregunta si es cierto que no tiene límites, ella nerviosa dice que así es, “no tiene límites”. Anota la dirección y toma taxi para asistir al encuentro. Llega a un departamento en el edificio que está afuera del metro Zapata. Tiembla, se da cuenta que si tiene límites, pero no puede retractarse; si lo hace, seguramente ya no será publicado su anuncio, no puede darse ese lujo, menos ahora que debe la renta, el teléfono, ¡ah! y la tarjeta también. La persona que llamó, la recibe con un beso en la mejilla, una rosa y una melodía. Cecilia, no Samanta tuvo sexo e hizo el amor, todo con la misma persona y al mismo tiempo. No había sentido tanta ternura con un cliente, ni con nadie; ningún hombre la ha hecho sentirse amada y deseada como esa persona lo consiguió. Pero Samanta había roto la primera regla de una prostituta, según le habían dicho: “nunca te enamores de un cliente”. Durmió y descansó como nunca, despertó y vio la silueta de quien pagó por sus servicios reflejada en la puerta del baño. Cecilia tomo sus cosas, que sólo era una bolsa negra con un labial, 2 condones, papel higiénico y unos chicles (nunca deben faltar los chicles). Pintó en el espejo del mueble “GRACIAS”, y dejó los 800 pesos que había cobrado por el servicio, en el buró donde estaba aún la ropa de la otra persona. Antes de salir miró la hora, era tardísimo, tendría que llegar a su casita para llevar a su hijita a la escuela. En ese momento esta segura que no ha roto ninguna regla, Janet no es un cliente.

Miguel Ángel de Quevedo
Sale llorando de casa, esta harta de la vida que lleva y le habían impuesto sus padres desde pequeña. Maneja su auto modelo 2007 sobre Miguel Ángel de Quevedo, no tiene rumbo fijo, se mete a la plaza comercial que esta arriba del metro, baja del auto, da siete pasos y regresa, decide ir, sabe que aun puede llegar a su cita. Alejandra, es muy bella, con una piel color clara delirante, cara envidiable para cualquier mujer, labios gruesos, bastante apetecibles, senos perfectos, trasero inolvidable, cintura breve, no era para menos su figura, desde niña ha estado sujeta a rigurosas dietas, tratamientos constantes y cuidados excesivos. Antes de salir había discutido con su esposo, la golpeo y después tuvo sexo con ella para demostrarle el supuesto arrepentimiento, pero le hostigaban los besos de Leonardo, fingía, detestaba a ese tipo que creía que por ser hijo de un empresarios poderosos de la ciudad, podía tener a complacencia los deseos y sueños de Alejandra. Entonces decide retar al destino y llegar a su cita, tarde, pero lo hará. No entiende como un chavito que solo era mesero de un bar que esta sobre Insurgentes ha hecho que pierda las formas. Sera la tercera vez que lo vera, la primera fue cuando se conocieron, en la segunda hubo más platica y en esta ya han quedado de acuerdo de salir terminando el turno de Roberto. El 21 años, ella 39 años. Roberto saca a escondidas una botella de ron, Alejandra conduce hasta una calle oscura y beben el alcohol que les enciende las ganas, sobretodo a ella, la verdad es que la vuelve loca la forma en que le besa el cuello y como acaricia sus senos, pero sobretodo le excita la perforación que tiene Roberto en su lengua y como la conduce por la boca de ella, siente “raro”, pero le excita de sobremanera. Ella esta húmeda y conduce al primer motel que encuentra, paga con su tarjeta de crédito la habitación y se van directo a la cama. Tienen sexo en 3 ocasiones, solo una con condón. Ella duerme, descansa como hace mucho no lo hacía. Esta enamorada, pero no de Leonardo, no de Roberto, no del dinero, no de su bello cuerpo, esta enamorada de ella misma y de haberse atrevido. No es bueno andar por la vida enamorándose de las mujeres casadas -pensó Roberto-, esta mirando por la ventana de ese cuarto de motel sobre Tlalpan, mientras se fuma un cigarro sin filtro, de esos que le gustan, recuerda que es la tercera vez que en un motel diferente le dan el cuarto 112. Escucha que tocan la puerta, semidesnudo va a abrir y…
Ella solo escucho los disparos, él muy imbécil no tuvo valor de matarlo el mismo, Roberto había recibido 3 disparos por 4 sujetos pagados por Leonardo que los han seguido. Ella volvió con Leo y en 10 años será presidenta del DIF de un municipio del Estado de México, será mama de Kevin, (aunque nadie se explicaba, porque era morenito, si ambos eran de tez clara), ocupara ese encargo porque Leonardo será Presidente Municipal, después Diputado y terminara su vida política como candidato a Gobernador, donde pudo haber ganado, pero un escándalo debido a un video donde aparece teniendo relaciones sexuales con otro hombre, hará que Leonardo termine por retirarse de la vida política. Roberto Carlos quedara parapléjico, viviendo con su mama Margarita, en realidad, quedara solo…

Copilco
Sus manos tiemblan, tiene los labios secos y respira aceleradamente. Esperaba que entre las viejas viviendas de cartón, las calles sin pavimentar y el Bordo de Xochiaca, sería más difícil que lo encontraran. Hace casi 2 meses que habita solo en esa esa casa. Lo que no sabia, es que lo habían seguido desde esa vez que se vió con la Clandestina en el metro Copilco, abajito del reloj. Se asoma discretamente a la ventana y observa camionetas de color negro, ninguna tiene placas; le invade el miedo y por reflejo cierra los ojos, los aprieta. Entonces comienza a viajar por sus recuerdos. Esa mujer soberbia negándole el amor en la primaria, el pénalti que falló de niño, el beso que le supo más a pasión que amor en esa noche de enero, su madre recriminándole no haber estudiado Medicina y haber llevado una vida más tranquila, el libro que hablaba acerca del movimiento estudiantil, las ideas que aprendió en su clase de Historia de México, la madrugada en que hizo el amor con su perdición, esa, su compañera de la prepa que había conocido en la huelga que los llevó a encontrarse, los nervios que sintió aquel día que por primera vez tuvo una arma entre sus manos y esa tarde en el mirador que está por la montaña desde donde se ve la ciudad, donde prometió al amor de su vida que cambiaría y ya no sería necesario que se escondiera. Pero lo que más le dolía era que a sus 23 años no volverá a sentir el mar entre sus pies, acariciándolo, protegiéndolo. Llora con rabia. De repente, se escucha como entran a la casa, es inútil intentar escapar, vienen por él, los muy desgraciados lo habían encontrado. Se acaricia la espalda del lado izquierdo justo donde está su tatuaje, y ve entrar a 5 hombres encapuchados y armados con pistolas, lo toman de los cabellos y comienzan a golpearlo brutalmente. Sólo hubo preguntas e insultos, fue torturado durante horas, el recuento es: 14 quemaduras de cigarro, una costilla rota, el dedo índice de la mano derecha tirado por el excusado, su espalda destrozada por las raspaduras que le hicieron al arrancarle de la piel su tatuaje que decía: “Ser pueblo, hacer pueblo y estar con el pueblo”; golpes por todo el cuerpo. Pero lo que más le dolió antes de morir fue la amenaza de que sería peor para el amor de su vida; en caso de que la encontraran. “Ramón” era un joven de una colonia popular, estudiante de la Universidad, trabajaba medio tiempo en un puesto de comida, le gustaba el pulque y un poco la marihuana, amaba a sus mujeres, le iba a las chivas y estaba a punto de terminar un libro de poesía. Pero cometió muchos delitos. Y lo peor para “Ramón” es que también era guerrillero; lo fue desde el momento en que se hartó y luchó, porque no soportaba la pobreza que miraba en su gente y un día de Diciembre se junto con unos compañeros y amigas de la Universidad que pensaban como él, se organizaron y robaron un banco. Al otro día, el dinero del atraco lo pusieron debajo de las puertas de las chozas más humildes de una colonia de un municipio muy pobre, junto con un manifiesto donde explicaban sus razones de por qué habían decidido tomar las armas no por gusto, sino por necesidad. Esta acción la realizaron 8 veces en diferentes estados, después hicieron otras operaciones y fue cuando comenzaron a buscarlos. Hace tiempo que andaba escondido y no veía a sus compañeros; el tirano fue cruel, lo torturo en demasía, pero no dijo nada, él solo seguía pensando en que no cumpliría su promesa a Flor. “Ramón” murió y la tragedia para su familia es que jamás encontraran su cuerpo…

Universidad
Solo invité a mi abuelita a mi graduación, porque es la única que me ha acompañado sinceramente en mi difícil camino, además me da orgullo que ella no sabe leer ni escribir y ahora su nieto Luis, ó sea yo, podre ostentar el título de Licenciado o por lo menos eso dice el papel: “Licenciado en Ciencias Polí…”. Iremos a un restaurante de comida yucateca, que está a 2 calles del metro División del Norte, caminamos al metro Universidad, pasamos cerca de unos chavitos que están repartiendo unos libros (seguramente son malas lecturas, pienso); de pronto mi abuelita se desploma, creo que la muerte anda cerca. Solo se me ocurre abrazarla.
-¿Quién diría? justo el día que te titulaste, cuídate mucho mijo, que dios te bendiga
-Ya sabe que no creo en dios abuelita
-Ahí contigo, siempre tan rebelde, nunca vas a cambiar, mejor dicho, no cambies mijo.
-Abuelita aparte de ser “licenciadito”, voy a ser papá
-Ahí Luisito, va a ser mi primer bisnieto, como me gustaría haberlo abrazado
-No me diga así, que usted tiene que ponerse sana, ya vienen ahorita los médicos que la van a curar. (Trato de calmarla, mientras froto y beso su mano ya bastante maltratada por dedicar toda su vida a tener “la casa limpia”).
-¡Nunca le beses la mano a nadie Luis!, es como si fueras un esclavo
-Ya sabe que no lo hago, nada más a usted, porque la quiero y respeto
-¿Ahí esta tu abuelo parado en donde ahí unos libros verdad, a poco ya aprendió a leer?
-No sea así abuelita, si bien sabe que mi abuelo murió antes de que yo naciera
-Ya se lo que se siente al morir mijo, despídeme de todos, es que ya no creo alcanzar a verlos, cuidas mucho a esa muchacha que es tu novia, aunque me digas que no.
-Luisito que dios te bendiga y proteja, pórtate bien.
-¡No, no cierres los ojos abuela!...
Miro la hora, son las 7:17 p.m., estoy en el metro Universidad, me quedo solo (aunque a mi alrededor hay muchos curiosos que ven la muerte de mi abuelita), estoy solo.
-¿Existirá alguien que sienta una tragedia que duela y sea peor que la mía?- me pregunto
Escucho cerrar las puertas del vagón, el tren sale y ya nada lo para, su dirección es: Universidad-Indios Verdes…

Texto agregado el 05-05-2008, y leído por 1684 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
14-08-2008 Seguro que sí existe porque la tragedia personal es la peor. chusita
 
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