Venía a ser un jueves veraniego de viernes feriado por la tarde, en la gran quinta los niños lo vieron colgando, no muy alto, pero tampoco demasiado bajo, se atrevieron con una rama a balancearlo, no sucedió mucho, le arrojaron un par de piedras que encontraron incrustadas en el barro, entendieron que estaba abandonado, y querían llevarselo a sus casas para ponerle nombre a ese día.
-pero es mejor que caiga a que cortarlo.-dijo uno de los pequeños.
-por que?
-porque así debe ser la vida... creo, solo cuando cáiga puedes tomarlo.
-... y por que entiendes esas cosas a tu edad?
-no aprendí a entender todavía, creo que lo siento dentro mio.
( de pensar el otro niño contestó...)- en los pulmones y huesos..?
-si, en todo todo...
Aprendieron algo ese día los niños, abandonaban el lugar cansados y digiriendo la lección... cuando se cáe el panal, lo sintieron y voltearon...
-ja! verdad que es nuestro día de suerte?!
Los niños aprendieron la lección saliendose con la suya.