Dime Matu nomas...Yo te diré Fata. Y ya me compre un paraguas, por lo de arriba
Amigo lector siéntese cómodamente en su silla frente al monitor, relájese, deje vagar su mente. Imagínese que esta en un bello bosque, con arbolitos, florcitas y de repente frente a usted aparece, con medio melón en la cabeza, dos banderitas en las manos y cantando así: Yo se que estoy piantao, piantao, piantao...Si ya se que es un tango de Astor Piázzola...Pero arreglemos un poco el paisaje para que aparezca él.
¡SÍ! Es el mismísimo lobo, tan vilipendiado, ese que dicen que es un muerto de hambre, que se “comió” a la Caperucita Roja, a la abuelita, al leñador, y al inventor del cuentito este y a cuantas más.
Nada más lejos de la realidad... El lobo fue creado por el tata Dios para mantener cierta limpieza en el bosque. Es así que de repente desaparecía una que otra ovejita tiernecita, y todos muy contentos. En el bosque no había de que preocuparse. Todos sabían que era territorio de Don Lobo y mala suerte para esas ovejitas.
Donde se embromo la vida bucólica del lobo fue cuando la abuelita le pidió a caperucita roja que fuera a visitarla. Y como no, si la condenada se le ocurrió salir en bikini y para más remate rojo y cantando “Quiero ver al lobo..Quiero ver al lobo...No me diga amigo lector que si usted fuera el mismísimo lobo no se le hubieran alborotado las hormonas...¿Verdad? ..Sigamos con el cuento... Nada más el lobo la vio y le paso lo mismo que a usted amigo...Pero no se la comió. Solo saco su maquinita fotográfica digital marca HP y se despacho la serie más mayúscula de fotos para el Play Boy... No era tonto el Lupus, se ganó su buena guita.
La siguió hasta la casa de la abuelita para preguntarle a donde vivía, pues estaba soñando con ser el promotor de espectáculos de la Caperucita. Hasta ahí todo perfecto, como yendo sobre ruedas. Pero pensó el lobo: Mejor le pregunto a la abuelita.
Saliendo de la casa la niña, espero el lobo que se fuera. Le haría las preguntas mejor a la viejuja. Al menos pensó el lobo. La abuelita tenía mucho camino recorrido y de que forma y de asustarse no lo creyó.
Entro en la casita de la abuelita, nada más de verlo y comenzaron los gritos. Socorro.. Socorro que me come el lobo...Cállese señora le dice éste...Si para comerla a usted hay que cocinarla como 12 horas en olla a presión. No es para tanto le responde la abuelita..Si todavía doy buen caldo...Saaaaale
La viejecita entonces le dice... Mire lobo tiene 24 horas para salir de mi casa. Si no llamo al leñador....Chanfles se dijo don lobo..Esta vieja esta pegando con el leñador, ahora entiendo. Así que salio muy tranquilo cumplido el plazo y no se la comió.
Mientras tanto la caperucita no venía nuevamente al bosque y don lobo esperaba y esperaba y naca la pirinaca.
Don lobo pensó.... A falta de Caperucitas buenas son las abuelitas y se fue a la casa de la viejecita. El escándalo era de proporciones.
El equipo de sonido a todo chancho. La Rumba Flamenca...La Salsa y otros bailongos...si hasta se hizo un strepteese con caño y todo la abuelita. ¿Invitados? Todo el bosque, el leñador estaba y era el que más aplaudía.
¿El final de esta historia? El lobo se cambió a la casa de la abuelita y cada vez que venia la Caperucita Roja, la vieja le decía al lobo, mi amor atiéndela tú, esta niñita me esta cayendo gorda, así que don lobo se acostaba en la cama y ponía cara de viejecita y respondía las tonteras que todos ya conocen.
Como en todas las cosas hay que darle un final... Después de algunos años la abuelita se le ocurrió morirse y no le podían quitar la cara de contenta que tenía, murió con las botas puestas.
Analizando la vida de don lobo, podemos decir :
Que sí es macho..Es a lo mero macho.
- No hubo historia sangrienta, esas son mentiras de la abuelita. Además todos tenían más de 40, así que no había por donde lo de la sangre.
- ¿Hambriento? jamás si lo paso chancho y bien alimentado por la vieja.
- ¿Feo? nooo si hasta ahora pega su petardo don lobo
- ¿Viejo? No es un jovencito, pero no tiene ni una sola operación y se mantiene en un buen estado físico
- ¿Cuernos? Es un lobo no es Rodolfo el Reno y si de cuernos se trata, señor lector mejor ni mirar el tejado de vidrio, que la vieja de la abuelita se murio por eso mismo por mentirosa y murio de envidia. Si hasta hoy en día anda por ahí penando y suspirando por lo bien que lo paso con el lobo.
NOTA: Cualquier parecido con personas....situaciones....u objetos de este cuento es pura mala pata.
Nomade...Para contar y comer pescado hay que tener mucho cuidado
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