Estoy pensando seriamente en ser Presidente, ¿por qué lo voy hacer? Para que ocurra algo en mi vida, además es por esta terrible exclusión, nadie te conoce, ser un desconocido es lo peor que le puede pasar a alguien que el destino colocó en esta tierra de gracia. Cuando escribí “la lengua de Chávez”, precisamente puntualice que Tribilín estaba en esas condiciones, era un simple soldado, que vivía en un rancho, pasando las de Caín, hasta que un día dijo: No me la calo . Se refería a su situación, mi problemática tiene que cambiar, le daré su cañazo al gocho. Pero... un momento, debo crear la magia, la historia para que este culebrón sea inolvidable, debe parecer una telenovela histórica, de esas con sus héroes y villanos . Tribilín pensaba y pensaba, las horas pasaban y pasaban y no se le ocurría nada. Qué podré hacer, tendré que pedir ayuda, llamaré a Jesús Urdaneta, no, mejor no, después me quita la idea, de repente me toma la delantera el compadre. Mejor espero. Así al día siguiente creó la celebre frase: Por ahora. Según lo dicho por cercanos a Tribilín, quedó exhausto por el esfuerzo.
Mi condición es diferente, no soy soldado, detesto los discursos, no tengo liderazgo, pero si quiero salir de este anonimato. Debo crear la magia y la historia inolvidable, convertirme en héroe, eso es terriblemente difícil en Venezuela, pero no imposible. Una opción sería buscar ayuda como Tribilín lo hizo. Todo consiste en crear y diseñar una historia creíble. Lo que si les aseguro es que todos lo que han querido salir del anonimato y se les ha ocurrido esta hazaña, pasan por este trance difícil. Alguien me dijo: métete a Empresario, “que bolas las tuyas” le dije al amigo, los Empresarios están quebrados, los Boliburgueses son los únicos que quedan, y están cagados por la situación. Qué metida de pata la mía, ahora que he decidido ser capitalista, con todas las de la ley, todos quieren ser socialistas. Existen dos tipos de capitalistas en Venezuela, los primeros afirman que tener dinero es malo, son aquellos socios listos, que aman el capital como nadie, pero afirman que la pobreza y el desprendimiento son la salida, es el humanismo dinámico del siglo XXI, por supuesto ellos están enchufados en un cargo del Estado o están en la pomada, en el guiso. Los otros capitalistas son los que se fueron de Venezuela, con capital o sin capital. Existen dos maneras de ver el capital, cuando lo tiene el Estado, haciendo lo que le de la gana, es decir comprando Empresas, haciendo donaciones, comprando armas para la defensa, entonces ese capital es bueno, pero el capital en manos de personas o particulares es mal visto, lo más probable es que se estén enriqueciendo, que sean estafadores, ladrones, pertenecientes a mafias, qué extraño síndrome de estos socios listos. Para que exista justicia y equilibrio, el Estado no debe manejar capitales tampoco. Entonces, ¿acaso ellos no dicen que tenerlo corrompe, que es la mierda del diablo, etc.?. Yo me he decidido a ser capitalista, a ganar abundante dinero, con una buena idea, realizando un negocio, utilizando la mejor tecnología y ofreciendo los mejores productos, eso sí, con una publicidad realizada en televisión, que no sea en el canal del Estado. Por supuesto, en las primeras de cambio cuando se comience a ver la abundancia de mis bienes, porque los tendré, no lo dude, ¿acaso es malo tener bienes? Cuando se vean los síntomas del capital, llegarán los socios listos para embargarme la Empresa por causa de utilidad pública. Luego no se puede ser capitalista o buscar el capital en este sancocho ideológico que existe en Venezuela. Tanto odio inyectado por tantos medios dieron resultado. Por eso sigo pensando que el oficio de Presidente es el que me conviene, no se preocupa por la comida, cesta básica, por inseguridad, educación de los hijos, se viste con lo mejor, come puros manjares preparados por Cheff expertos. Ser Presidente es la panacea universal, siempre y cuando no existan conflictos con otros seres que también saben el detalle, que ser Presidente es tener la piedra filosofal en la mano. “ Todo el mundo quiere tener carro, qué estupidez, y con aire acondicionado y vidrios ahumados ”, dijo Hugo Chávez en una arenga educativa, tratando de convencer al pueblo Venezolano, que esas actitudes son malsanas, inhumanas, cuarta republicanas, conductas imperialista, etc. Pero cuando decía eso yo pensaba “como me gustaría pasear en una limousine y con chofer”, claro en un gobierno de Chávez con tantos revolucionarios y socios listos, esto es motivo de envidias, rechazo, aislamiento y pare usted de contar. Luego ser capitalista no se puede ni se debe por motivos evidentes. La otra forma de conseguir capitales, es ser Boliburgués, pero entre tantas reuniones, marchas, asambleas, construcción de un modelo socialista burgués, que permita introducir a todos aquellos individuos que tienen Empresas y quieran ganar, aunque sea en forma moderada, pero sin que el Estado socialista las arrase, cuesta tiempo, dinero, liderazgo, comisiones, contactos, etc. Luego ser Boliburgues no es seguro tampoco. Ser gobernador, alcalde, como están las cosas en el país, dentro de poco tener estos cargos no significará nada, le habrán quitado toda ayuda del Estado, serán tan sólo unos cargos grises. Luego la idea del coñazo institucional tiene un atractivo importante, “le ganaremos con votos”, este será mi eslogan, es un poco cursi y pasado de moda, pero la gente siempre cae en los mismos errores. El problema es crear la historia, y también un juramento en algún árbol importante, como soy Yaracuyano de San Felipe, muy cercano de Guama, puede ser en el Samán de Guama, digno hijo del Samán de Guere. Lo estoy pensando seriamente, ganaré, de eso estoy seguro (me aconsejaron que repitiera ese estribillo siempre) daré el coñazo institucional tarde o temprano, además lo hago por un motivo altruista: salir de esta crisis económica que me está matando.
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