Hoy es el dia de los trabajadores;
una pausa en el camino.
Entonces fue que decidi dedicarme a coser algunas cosas pendientes de arreglar.
Aunque por cualquier lado que comienze, primeramente debere de enebrar la aguja,
tarea ingrata, pues no veo acorde con mis juveniles años, y ademas no encuentro por ningun lado las gafas con aumento; aparte que si no decido primero que voy a componer de ninguna manera podre optar por el color a utilisar.
Tengo una preciosa campera roja,
que lleva en un costado una pequeña incision sin importancia, que alguna vez hube realisado para transportar escondido un cigarrillo prohibido;
y asi de rebote borrare las huellas de aquella antigua contravencion. Y ademas, para mayor seguridad, usare una aguja de colchonero.
Cuando tuve el rollo de hilo colorado en mis manos, pense al momento, quiza por sentirme molesta, impura, aburrida, la idea de quitar de entre los dientes particulas de carne vacuna que quedaron del almuerzo;
luego de la operacion rastrillaje, y de tirar la pelota afuera para no tener que bordar, ahora por fin liberada de encimas, mas aliviada y hasta diria alegre, adopte una actitud ludica, que me desvio del objetivo original; comense jugeteando con los elementos del costurero y al igual que cuando se construye una pagina web llene el espacio con hilos de todos los colores como insertando columnas. La casa parece un festival en la rural para la promocion de luces de lacers,
o simplemente un calidoscopio montado en un living room.
Despues no quedo mas remedio que trasladarse por el ambito en cuclillas, o por debajo de las lineas trazadas, cuerpo a tierra como en el ejercito,
o por arriba de las mesas, sillas, y sillones,
a las zancadas; pero sin embargo estoy fascinada por esta enorme picardia de la juventud.
A esta altura del juego, hablo sola como una internada del manicomio, e imagino que estoy en una guerra justa combatiendo en el frente de batalla como una heroina de mi patria.
En fin, como para no tener que desmembrar por ningun motivo esta inspirada escenografia,
opte por anular el portero electrico y el timbre de entrada; no vaya a ser cosa que alguien venga a visitarnos y tenga que desmontar de apuros este maravilloso set psicodelico que invente.
Hay un unico lugar por donde los ases de luz suspendidos en el aire, disculpeseme la pedanteria, forman como un cuadrado perfecto,
del cual asomo medio cuerpo como si fuese el copic de una nave, el resto del ambiente, aunque contradictorio, hace rememorar aquellos telares utilisados en la escuela primaria.
Tambien realice una puesta de luces colocando lamparas en lugares inprocedentes.
Cuando dieron las siete de la tarde se hizo la oscuridad exterior, dejando por fin de filtrarse luz del dia por las percianas, entonces la imagen de holocausto del sitio acresento su contenido dantesco, cuestion que invita aun mas a seguir adelante, por el artistico logro obtenido de las formas.
Envalentonada, quiza por la insatifacion logica del aburrimiento pos euforia, ademas de la depresion que provoca saber que tengo que volver a mi romanza anterior, ensendi cuatro velas de un paquete virgen, para a toda orquesta,
dar por finalisado este interminable juego algo del tomate, en si se quiere, comunion con los fantasmas que de seguro estaran pululando por la atmofera, como remanente de esta corporisada fantasia sin limites.
Con un pedasito minimo de fuego,
de un fosforo que casi no tenia cabeza,
sin quererlo, se inicio un insendio voraz sobre el hilado que ademas estupidamente avive arrojando agua mineral a media altura;
al momento intente justificarme pensando que el culpable era dios con su recalentamiento global de la tierra, e incluso le recrimine que halla dejado todo reseco y tibio; aunque, de nada servira pensar sandeses en tamaño momento inoportuno, entonces, acudi al matafuegos intentando detener el avanse de la llamas, pero, aunque la tarjeta indica que el tubo esta debidamente recargado
no asomo mas que una espumita insignificante, para lo cual el fuego arraso el tejido y mas,
de una manera terminante.
Una vez acabado este desastre con suerte,
digo, pues no ardio el departamento completo,
podria haber resultado peor, desolada llore sin consuelo hasta dar la media noche.
Quique entro con sus llaves sin avisar,
pudiendo ver la macana que hice antes que yo atinara hacer nada, no hubo recriminacion de su parte, pero de todos modos me pidio urgentes explicaciones.
Le conte lo sucedido, pero mientras tanto le daba detalles de la odisea, El olfateaba el aire como un perro sabuesos, enseguidita me pregunto por Hector, el canario amarillo de su propiedad,
campeon de campeones; le respondi algo dubitativa que ignoraba por completo su actual paradero.
- ¿Adonde quedo la jaula? No esta donde la deje colgada.
-Hay, no se. Le respondi temblorosa con cara de asco.
-¿Porque no puedes parar de llorar? ¿Donde fue que ataste los piolines?...
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