En nombre de las buenas costumbres.
En nombre de esas buenas, me cansé.
Ya no quiero más ese arroz seco, ese caldo de tercera, esa agua rancia, esas carnes de mierda.
En nombre de las buenas costumbres, me pudrí.
Ya no más, pedir perdón por estupideces, ya no más llorar como un tonto por una causa que ni siquiera entendí.
En nombre de las buenas costumbres, de la puta madre que nos parió.
En nombre de todas ellas.
Me cansé.
¡Coge el rifle!
¡Si, capitán!
¿Como te llamas?
Juan.
OK, ¿qué vas a hacer ahora?, ¡mierda!
¡No sé capitán!
¿Qué vas a hacer?
¿Cuáles son tus órdenes, tus misiones a cumplir?
Es que no sé capitán…
En nombre de las buenas costumbres te cansas.
No duermes, te enojas, y nadie te permite sentir lo que piensas.
Nadie te deja decir lo que sientes.
Ahora, escucha.
Sino sabes para que estás aquí, vete.
¡Vete!
No, capitán.
¡Vete!
La revolución ha comenzado.
Hoy me di de baja en la revista de colección de armas.
Mañana voy a ir a comer pizza, quizás una buena cerveza fría.
Me voy a follar a la más puta de todas las Camerunesas que trabajan en Libreville.
Me voy a ir en vómitos, en úlceras, en dolor, y gozaré.
Gozaré, moriré de alguna enfermedad local, muy bien merecido…así moriré.
Y de acuerdo al ritual, me dejaré pintar de mil colores al morir.
Me reiré de mi mismo desde el cielo en el infierno de mi cielo.
Me reiré a carcajadas de tanta bestialidad y salvajismo.
Capitán,
¡Si!
¿Me puede decir cuál es mi misión?
¿Cómo, tus jefes ya no te la dijeron?
No, capitán. Espero que usted me diga.
Cientos de libros tirados a la basura, revoluciones de un lado, del otro, de comunidades, regiones, países, continentes, todas yéndose al basurero de la mente
¡Qué mierda les pasa!
¿No se dan cuenta?
¿Revolución?
Hoy me decidí, comencé al fin.
Voy a gastar toda mi energía al santo pedo.
Voy a gastar mi tiempo innecesariamente.
Pues tengo mente de rebelde, y me merezco esta suerte.
Capitán,
¿Entonces usted sugiere que consulte a mis superiores, y no a usted?
Hijo, te sugiero que no me consultes nunca más.
Soy la sombra de un espino, clavado en una flor.
Pero solo una sombra.
¿Por que capitán?
Usted es mi jefe, y le debo respeto y obediencia.
OK, hijo, coge estos dos mil duros, vete al mar, aléjate de la tierra amarilla, la tierra roja.
Esta ya está llena de cenizas.
La tuya aún no.
¡Vete!
En nombre de las buenas costumbres,
Cené en el mejor restaurante del mundo con vista al rió mas contaminado del globo.
En nombre de las muy buenas costumbres, dormí contigo, te di todo lo que querías, te hice sentir todos los orgasmos que deseabas.
En nombre de esas costumbres, la mejor joya, el mejor coche, el mejor perfume…
En nombre de las nuevas, me iré. Nunca más regresaré…
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