El espejo devuelve la imágen de la muerte terminando el nudo de la corbata.
Disconforme, lo desata y vuelve a empezar.
- ¿una cita...?
El nene con la curiosidad típica de un nene curioso.
- Algo así.
La muerte tararea una canción que nunca se acuerda bien pero conoce al nene de ojos dos y su mirada como diciendo: esa es una respuesta al viento.
- Debo trabajar un poco -la muerte se sincera- como existe el leñador y el que atrapa jilgueros, existo yo también. Con la diferencia que nunca tengo una bienvenida petulante, lo único que encuentro es la escoba para barrer el papel picado de una vida sin festejos y un borracho tirado que ni vale la pena empezar a desalmar..
- tengo una sóla condición: ¡Si salís, olvidate de regresar!! Habías prometido ayudarme con la tarea y cuando alguien promete algo lo debe cumplir sino cualquier accidente le va a pasar.
El nene se retira dejando en el aire una extraña sensación.
La muerte no puede aflojarse el nudo de la corbata y se está asfixiando.
Saca una libreta del bolsillo donde se leen nombres y direcciones.
Le habla a la libreta
- ¡Manga de ignorantes, agradescan a las matemáticas y al lenguaje!!!
le habla al nene a los gritos
- ¿¡Qué nos toca hoy, ángulos escalenos o verbos conjugados!?
Texto agregado el 30-04-2008, y leído por 824
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