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GOTITA DE ROCÍO
(Cuento sin moraleja)

Dedicado a mi amiguita cuentera Ana Faggiani (Anuni) con motivo del día del niño

La señora Catarina fue quien la encontró en una de tantas mañanas durante la temporada de lluvias. No podría decirles exactamente la fecha, porque nadie tuvo la precaución de ver el calendario y anotarla; lo que si recuerdan todos, es que estaba reposando, tranquilamente dormida, en la rama de un geranio, justamente a siete hojas y tres flores de donde ella, la señora Catarina, vivía.
Se veía tan linda y tranquila ahí dormida, que la señora Catarina llamó a sus amigos para festejar el encuentro. Llegaron, volando alegres, una pareja de libélulas, un grupo de mariposas, y algunos otros insectos, entre ellos un pequeño abejorro, y hasta los hijos de la señora Luciérnaga, que llegaron con sus linternas apagadas ya que sólo las encendían cuando salían de noche.
Cuando estuvieron todos reunidos y después de haber escuchado los detalles del encuentro, de haber expresado lo hermosa que se veía y de haber hecho diversos comentarios más, alguien preguntó:
—Y ¿cómo se llama?
—Es verdad, no lo sé —confesó la señora Catarina—. Apareció aquí esta mañana; yo la encontré hace apenas unos momentos.
—Pues habrá que ponerle nombre —opinó atinadamente el señor Escarabajo levantando la cabeza.
—Es lo que yo iba a proponerles —respondió la señora Catarina que se empeñaba en ser quien llevara la voz cantante en esa conversación.
—Yo propongo —opinó una mariposita blanca mientras se posaba sobre una rosa roja— que le llamemos Gotita, es tan menuda, tan redondita y tan… tan clara y transparente.
—A mí me gusta el nombre de Rocío —propuso a su vez una mariposita amarilla con lunares azules.
—Pues entonces —decidió el señor Escarabajo— la llamaremos Gotita de Rocío.
Y todos aquellos personajes aceptaron el nombre revoloteando alegres a su alrededor.
De pronto, una pregunta del señor Escarabajo detuvo el revuelo.
—Y ¿en dónde va a vivir?
Después de unos muy breves instantes de silencio, la señora Catarina, afirmó:
—Por supuesto que vivirá conmigo, yo fui quien la encontró.
—Pero tu casa es muy pequeña —dijo la señora Orquídea que era un poquito petulante— si alguno de ustedes la coloca sobre sus alas y, volando la trae y la deposita entre mis pétalos estará mucho más cómoda aquí, y hasta usted, señora Catarina —ofreció generosa— podría cambiar aquí su vivienda. Habría lugar para las dos.
—Demasiado lugar, diría yo —interrumpió la señora Violeta, dominando su natural timidez— si la colocan entre mis pétalos, estará en un lugar adecuado a su tamaño y, por lo tanto, más acogedor. Por otra parte, disfrutaría de mi aroma pues, como todo mundo sabe —afirmó vanidosa, contradiciendo su tan cacareada modestia— el perfume de violetas es considerado, por los expertos, como uno de los mejores, más finos y apreciados en todo el mundo.
—En este caso —determinó el señor Escarabajo— ella tendrá que decidir.
—Si, sí, que decida ella— corearon todos.
Fue entonces cuando se dieron cuenta de que Gotita de Rocío había cerrado los ojos y se había quedado nuevamente, dormida.
En realidad ella tenía otros planes, había nacido con grandes aspiraciones y una de ellas era no vivir atada a un solo lugar.
Gotita de Rocío quería viajar; recorrer el mundo, conocer muchos lugares, disfrutar diversos paisajes y, pensando en ello, se había quedado dormida.
Respetando su sueño, todos los personajes que la rodeaban se fueron retirando poco a poco.
Horas después, cuando el señor Sol estuvo en todo lo alto descubrió a Gotita de Rocío y la vio tan hermosa que dirigió uno de sus rayos hacia ella para acariciarla con ternura; pero, como todos sabemos, los rayos del sol producen calor y el calor transforma el agua en vapor, y como seguramente ustedes ya adivinaron, Gotita de Rocío no era más que agua —una linda, clara y transparente gotita de agua— y, al sentir el calor de aquel rayo de sol, se transformó en una minúscula nubecita de vapor que, debido a su poco peso, empezó a flotar primero y a subir después, poco a poco, rumbo al cielo.
Por el camino, mientras Gotita de Rocío subía, se le fueron uniendo otras muchas nubecitas iguales a ella que, al agruparse, formaron, ya en lo alto, una voluminosa, blanca y brillante nube.
El viento sopló y la nube empezó a viajar suavemente por las alturas.
—¡Bravo! ¡Esto es muy divertido! —gritó Gotita de Rocío, a la que el movimiento había despertado, mientras veía pasar, por debajo de su cuerpo, una multitud de diversos paisajes.
Atrás quedó el jardín de la casa, donde había empezado su vida; cruzaron sobre un bosque; atravesaron, desde lo alto, sobre un caudaloso río y luego se elevaron para seguir por encima de una altísima montaña.
—Este es un viaje maravilloso, pero ¿hasta dónde iremos a llegar? —se preguntaba Gotita de Rocío, mientras se dejaba llevar por aquella corriente de aire que no dejaba de empujar la nube en la que viajaba.
A medida que pasaba el tiempo, Gotita de Rocío se sentía más y más maravillada. Había cruzado, y dejado muy atrás, unas grandes extensiones de arena en donde había visto diversas clases de cactus, víboras, camaleones y toda clase de flora y fauna del desierto; había volado sobre inmensas áreas pobladas de exuberante vegetación con árboles y plantas de tupido follaje, donde habitaban tigres, leones, jaguares, jirafas, lagartos, chimpancés y otros animales de la selva y, también, había pasado volando por encima de mares de olas encrespadas en los que nadaban, enormes ballenas, veloces tiburones, ágiles delfines y grupos de peces de diversos tamaños y colores y el viaje parecía que no llegaba a su fin.
Lo que Gotita de Rocío no sabía era que el viento avanzaba siguiendo una ruta en dirección hacía el norte y que lo hacía con tanta determinación y sin descanso, que cada vez se acercaba más al Polo.
Al seguir avanzando, Gotita de Rocío empezó a sentir que el clima cambiaba; había nacido en un lugar en el que se disfrutaba de un agradable ambiente cálido y el frío no acababa de gustarle. Volvió la vista hacia abajo y se dio cuenta de que estaba llegando a unas extensiones cubiertas de hielo y nieve en las que habitaban corpulentos osos, graciosas focas y otros animales que le parecieron extraños.
Mientras Gotita de Rocío observaba, el cuerpo de la nube se empezó a condensar convirtiéndose en pequeñas bolitas de hielo que, por su peso, empezaron a caer. En una de esas pequeñas bolitas de hielo quedó atrapada Gotita de Rocío que, junto con otras bolitas iguales, cayeron, convertidas en una incontenible lluvia de granizo. Cerró fuertemente los ojos intentando no sentir la caída; cuando volvió a abrirlos, iba flotando sobre un gran bloque de hielo en forma de montaña, alguien le dijo que ese bloque era un iceberg.
El frío la tenía aterida; se sintió muy cansada, era ya de noche e intentó dormir mientras llegaba el nuevo día para que saliera el sol y poderse calentar.
Tiempo después, sintió, de nuevo, la cálida caricia del Astro Rey y entornó los ojos reanimada mientras se transformaba, una vez más, en vapor y ascendía, hacia lo alto del cielo adhiriéndose nuevamente a una nube.
Las emociones de aquel viaje habían sido tantas que, una vez más, se quedó dormida. No sintió cuando una ráfaga de viento la colocó con suavidad sobre la rama de un geranio, justamente a siete hojas y tres flores de donde la señora Catarina vivía.
Abrió los ojos cuando la señora Catarina llamaba a sus amigos para festejar su regreso a ese lugar en donde viviría, a partir de ese momento, mucho muy feliz.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.


Abril 30 del 2008. Día del Niño
¡FELICIDADES A TODOS LOS NIÑOS DEL PLANETA!

Texto agregado el 29-04-2008, y leído por 2450 visitantes. (13 votos)


Lectores Opinan
02-05-2008 Súper tierno, me ha gustado muchìsimo!!!!!!1 doctora
02-05-2008 Me siento asombradísima al descubrir un ser, tan lleno de magia y dulzura. Pleno de sensibilidad, es éste, un maravilloso cuento, dedicado a una diminuta pero gran escritora en ciernes, y a todos los niños del Planeta. ¡Bravo por vos!!! ¡Todas las estrellas que quepan!!! MujerDiosa
02-05-2008 bello cuento, con muchas imagenes calidas, bellas... toda una aventura. el dialogo de las plantas es delicioso... buen regalo para nuestra amada Auni... me sumo a las felicitaciones y que dios la bendiga siempre... un beso a Auni y un abrazo al compañero creador de tan bello cuento ruben sendero
01-05-2008 precioso.5* jardinerodelasnubes
01-05-2008 Con que ternura escribiste, amigo, es un bello texto, sus lineas son como petalos, suaves, en realidad muy hermoso.....5***** tuga
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