Quemándose entra entre mis párpados
La quimera extraviada
Porque huye de la luz que sopla
En los ojos.
La luz que es opaca e incontrolable,
Que es como la marmita cuando
Se derrama sobre el hule helado.
Los vientos ornamentados la conquistan,
Hacen que sea para nosotros invisible
Y confusa hasta que nos la buscamos dentro.
En las entrañas.
Aguadulce, abril de 2008
José María de Benito
Texto agregado el 29-04-2008, y leído por 109
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