Se ama porque se ama, no hay una razón para amar. Yo te amo porque "todo el universo conspiró para que yo llegara hasta ti.”
La mañana ha sido gris, fresca; cuando al salir a la calle he sentido la brisa en la cara no he podido evitar un respingo; me gustan estos días, los prefiero a cuando el sol los llena de tanta luz , y ya son demasiados meses con la lámpara encendida, demasiados días con el sol a quemarropa. He humedecido mi dedo índice y lo he levantado por encima de mi cabeza, es un sistema que no falla para saber si el viento cambia, y sí, parece que quiere virar, Septiembre se acerca con prisa cargando un nuevo otoño. Empiezan ya a divisarse los ocres en la copa de los árboles , las sombras se alargan y la noche acude antes a su cita con las horas. Noto como mi cuerpo empieza a sacudirse la galbana obligatoria a que le somete el bochorno del estío, mis movimientos son más ágiles y los quehaceres diarios ya no son trabajos forzados. El calor se torna calidez, el viento seco, soplo jugoso, la tierra renueva su perfume y el firmamento el tono de su manto; los pájaros cambian el dial. Toda la creación que mis ojos alcanzan a ver se encamina somnolienta hacia el letargo. Con que cadencia va abandonando el bullicio estival!. Lentamente pero constante va avanzando y me cautiva..... Vuelve el tiempo para la nostalgia. Paradójicamente, el dolor que me produce tu ausencia me satisface, porque de un modo extraño, te quiero.