Eras la rústica piedra campesina labrada con sudores cristalizada con aquellos ojos. Una lluvia pudo lavar tus sudores tus olores tu candido valor, no. Hoy no navegamos en nuestro bosque tampoco el humus se consigue las nubes de la distancia trasegaron todo. Eras la piedra angular de los sin esperanzas labrada con gritos cristalizada con sangre juvenil. Ya estamos viejos, Pedro alguna vez quise llorar por temor hoy cantamos sobre la libertad que conseguimos. Abril 18, 2008 4:15 p.m.
Texto agregado el 28-04-2008, y leído por 384 visitantes. (3 votos)