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Estaba yo sentado junto al fuego en mi acogedor hogar, mirando entusiasta las llamas crepitantes de la chimenea, dejándome llevar por mi sutil ensimismamiento y sin emitir el más leve sonido. Estaba solo, Miriam se había ido de campamento la fecha anterior por la mañana y no regresaría hasta el día siguiente. Contemplé por un momento la ventana de la habitación y descubrí que afuera hacia una tarde agradable así que decidí salir al balcón. Me vi rodeado de numerosos y enérgicos sonidos que recorrían mi interior y me volvían a incorporar.
Consulté mi reloj: ya eran las siete de la tarde y me alegré al saber que Miriam volvería en unas horas, no me gustaba estar sólo, no me sentía conforme.
De pronto oí un ruido, algo que parecía arrastrarse por debajo de la puerta. Abandoné el balcón y me dirigí con prudencia. En el tapete divisé un sobre que tenía el aspecto de algo realmente importante, pensé que se trataba de algún débito. Abrí la puerta para ver quién lo había dejado pero no vi a nadie, luego me incliné y lo recogí. Este estaba escrito con un dialecto extraño que no logré entender, entonces me inquieté ligeramente y decidí averiguarlo.
Me abrigué, tomé las llaves del departamento y salí a toda prisa. Caminé por la acera tranquilo, con el sobre en la mano, mientras que al pasar ojeaba vidrieras de negocios y saludaba algún que otro conocido. No tenía idea hacia dónde iba, no sabía en dónde podía descifrar el contenido de aquella correspondencia hasta que…
Me detuve en una iglesia, elegante y muy bien mantenida. Resolví entrar. Tal vez alguien podía ayudarme o tal vez alguien conocía aquel idioma. Le eché un vistazo conmocionado, era verdaderamente agraciada y distinguida, me sentía como en casa. No había nadie, sólo se oía el crujir de la débil llama de las velas que yacían en el sagrario y se apreciaba un intenso olor a incienso. Me senté en una de las butacas y por un momento olvidé la carta. Entonces sentí unos golpecitos ligeros sobre mi hombro y me volví para ver quién era.
Un hombre robusto y de aspecto honrado se pronunció ante mí, llevaba una túnica raída por los años y en su pecho algo que parecía una cruz. Definitivamente era el sacerdote de la iglesia.
Me saludó amablemente y después de unos segundos le detallé la razón de mi visita.
-Ve, ve tranquilo honorable caballero, vuelve mañana y estarás al tanto de esto. Ahora mismo buscaré su significado, tiene que ser un idioma antiguo seguramente acreditado pues el manuscrito parece encontrarse reciente-
Sin desconfiar de aquel sublime sacerdote, le dejé la carta y regresé satisfecho a casa…
A la mañana siguiente pude reunirme otra vez con mi amada Miriam, ella me contó todo sobre su apasionante aventura pero yo no le relaté ni lo más exiguo con respecto a la carta, no deseaba inquietarla. Después de unas horas le dije a Miriam que iría a dar un paseo por el parque y la persuadí de que llegaría tarde. Caminé hasta la iglesia y a unos pocos metros de ella pude sentir el olor del incienso que penetraba en mi nariz. El sacerdote me esperaba en una de las butacas, sentado de espaldas con un libro en su regazo y leyéndolo detenidamente. Me acerqué con cautela y le di unos golpecitos en su hombro, similar a los que él me había dado el día anterior. Nuevamente y con su afable sonrisa me saludó con cortesía:
-Verá usted señor, que el dialecto del mensaje pudo haber sido escrito hace desmedido tiempo, sin embargo la tinta esta casi intacta así que me mantuve al margen. Considerando las circunstancias que lo trajo hasta aquí y consultando algunos libros evangélicos pude evidenciar que el idioma al que se refiere tal mensaje proviene del hebreo. Pero no tengo referencias al lenguaje, no se han encontrado fuentes a las cuales recurrir en mucho tiempo, es algo antiquísimo. Lo siento noble caballero pero no puedo ayudarlo-
Y diciéndome esto me devolvió la carta y se retiro sin vacilar. Lo quedé mirando hasta que desapareció detrás de una puerta y medité unos segundos antes de marcharme:
¿Cómo podría ser que el día anterior haya recibido aquello y que nadie, ni siquiera un sacerdote, me ayudara a interpretarlo?
Estaba perdido, totalmente confuso, no sabía ni siquiera quién me lo había otorgado. Por un momento pensé que se habrían equivocado, que el sobre que tenía entre mis manos no era para mí sino para alguien más y entonces conservé la calma. Me autoconvencí de ello y regresé a casa.
Entré discretamente en la habitación y contemplé por unos segundos las férvidas llamas del fogón. En la mesa había un papel escrito con letras tenuemente desprolijas. Un terror impenetrable recorrió todo mi cuerpo al pensar que podría ser otra carta, y a la vez que podría ser una mala broma: alguien me estaría asustando por diversión.
Pero mis temores cesaron, era todo producto de mi imaginación, el mensaje que yacía en la mesa era de Miriam, que sólo me advertía que se había ido y que volvería en pocas horas. Respiré profunda y gratificadamente y me recosté en uno de los sillones. Tenía todavía el sobre en las manos y decidí abrirlo. Sabía que no valía la pena, pero la curiosidad me dominó…
El papel era de un amarillo turbio y avejentado pero las letras eran evidentemente recientes.
La estudié por unos minutos: aquel idioma me parecía extrañamente conocido, sin embargo no lograba captarlo en absoluto. Me vencí a mi mismo y tiré el papel al suelo. Contemplé nuevamente el fuego y me vino una ligera sensación de deshacerme de la carta, de quemarla, de eliminarla…
Pero en ese mismo instante escuché ruidos en mi habitación, me levanté resuelto y fui a ver de qué se trataba. Abrí la puerta quedamente y encendí la luz. No vi nada, seguro debió surgir de afuera. Entonces me volví para irme y en el momento en que me acercaba a la puerta una fuerza invisible la hizo estremecer, dejándome encerrado y totalmente a oscuras. Mi corazón dio un vuelco y comencé a temblar, el sudor me recorrió todo el cuerpo y mi cerebro parecía estar inconsciente. Entonces corrí hasta la ventana y traté de abrirla, pero fue inútil. No podía ver nada, no tenía idea de quién estaba conmigo en la habitación ni tampoco tenia idea de cómo salir de allí.
Me dirigí a encender la luz, sabía que era infructuoso hacerlo pero me percaté de mis impulsos…funcionó: lo había logrado, pude encenderla y entonces me volví para ver quién era, pero nada ni nadie se pronunció ante mis ojos. Nuevamente un temblor me recorrió fugaz. Intenté abrir el picaporte inútilmente pues la impaciencia se apoderaba de mí, luego me dirigí a la ventana y conseguí abrirla. Al menos podría salir al balcón y pedir ayuda. Entonces justo en el momento sentí que una mano se posaba en mi hombro y un escalofrío me envolvió entero. Quise voltear la cabeza pero una fuerza la mantuvo firmemente en su lugar. De pronto mis pies comenzaron a avanzar de forma instintiva, era como si alguien me empujara hacia el balcón. Estaba inmóvil. No podía mover ni los brazos, a excepción de mis pies que seguían caminando decididamente hacia fuera. Quise gritar, pero ningún sonido surgió de mi boca…entonces una luz negra comenzó a proyectarse y quedé totalmente ciego. Di un paso más y sentí en mis costillas el enrejado del balcón…
Mi cabeza dio un giro brusco y ya no sentí mis pies sobre algo sólido: estaba cayendo…
Comencé a escuchar voces y gritos de espanto, comencé a apreciar el aire frío que chocaba contra mi cara. Y en una fracción de segundo sentí el impacto del asfalto contra mi cráneo…
Sólo quería relatarles mi muerte, sólo quería que sepan cómo es morir en vano, asesinado por alguien que nunca supe, morir siendo inocente y saber que así jamás podré descansar en paz…
ATENTAMENTE…YO

Texto agregado el 28-04-2008, y leído por 218 visitantes. (3 votos)


Lectores Opinan
09-08-2008 Que buen texto Carolina. estoy de acuerdo con liruviel. me ha parecido un texto con altura. has demostrado que eres muy buena en esto. espero que sigas escribiendo. Me gustó el misterio que gira alrededor del relato. está muy bien narrado,hay fluidez, no veo errores. te felicito. Calidor
07-05-2008 Es maravilloso tu texto, una obra de arte sin exagerar, me gusto mucho meriadoc tienes mucho talento, sigue escribiendo lo haces muy bien, tu cuento es de lo mejor que he leido en esta pagina, es muy original, misterioso, un enigma a la vez. bien narrado, a la altura de grandes escritores. te felicito y espero continues escribiendo. te doy mis 5 estrellitas. saludos!! liruviel
 
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