Viajaste por pasillos de la historia
alumbrándote con tu fe inconmensurable
hasta llegar a la cima de monte sagrado.
Ahí tu mirada recorrió los dolores
mojados por sangre incorruptible
réplica a látigo, acero y espinas,
de pies, manos y costado
y lágrimas maternales...
La luz del dolor en tus ojos
será lámpara en los laberintos.
Llegarás a la puerta del horizonte…
Se abrirán tus puños
y con una sonrisa
te recogerás en el silencio.
Texto agregado el 28-04-2008, y leído por 159
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Lectores Opinan
22-10-2014
No se por qué razón recirdé cuando iba con mamá a ver la pasión del señor,era muy pequeña,sin embargo esa cara de dolor se me quedó gravada por siempre.
Me gustó recordar aquello,revivir ese tiempo que se fue*****
Un abrazo
Victoria 6236013