Cuenta una leyenda de la Edad Media que un guerrero cuyo nombre era Nayru decidió ir a buscar un tesoro guardado durante mucho tiempo y que la gente le llamaba La Espada Maestra. Nayru era bajo y muy delgado pero tenía buen sentido del humor y era muy inteligente, su amiga la hada Lyla que era muy pequeña y tenía poderes mágicos le dijo que si logrará levantar La Espada Maestra con sus manos sería el rey del mundo de Hurule. Un día decide ir a buscarla, coge su bolsa con comida, agua y la espada de madera que tiene pero que, aunque no lo parezca, tiene mucha fuerza. Coge también su caballo Pegaso y decide irse galopando hacia el castillo de Gandalf, el enemigo que con el que tendrá que luchar. Por el camino se encuentra con Lyla que le da un escudo de hierro para poderse defender de los ataques de Gandalf. Un día después se encuentra que tiene que atravesar el lago de la muerte para llegar al castillo de Gandalf. El lago de la muerte es un lago que está en las afueras de la muralla de la ciudad de Hyurule y que, según cuenta la leyenda, ahí van todos los muertos y si se cae alguien, lo llevan hasta los infiernos. Por suerte no cae en el agua y llega sano y salvo hacia la orilla. Justo delante del castillo coge la espada y abre la puerta principal donde se encuentra con Gandalf. Empiezan a luchar pero hay un problema, Gandalf tiene poderes mágicos y le rompe la espada, ahora está indefenso. Gandalf lo coge para matarlo justo cuando por detrás aparece Lyla con una espada en sus brazos. Dios mío- dice Nayru- es La Espada Maestra. Lyla le tira la espada y él aprovechando que Gandalf está despistado le clava la espada en el corazón, Gandalf cae y Nayru agradece a Lyla su ayuda y vuelven juntos hacia casa. Pasan por el lago de la muerte cuando de repente un muerto coge a Nayru y se lo intenta llevar con él. ¡Oh no! Es Gandalf. Lyla ayuda a Nayru y gracias a sus poderes mágicos consigue rescatarlo y deja a Gandalf irse al más allá. Cuando llegan a Hyurule la gente le proclama el rey de Hurule y lo celebran comiendo todos en una gran mesa. Así se acaba la leyenda de lo que pudo ser Hurule y que actualmente se piensa que puede ser la Luna cuando aún no se había separado de la Tierra.