Reconozco que cuando se habla de amor no se sabe de qué se habla, porque bien se pudiera haber experimentado alguna vez algo a lo que llamamos amor, o sentirse enamorado y sin embargo, con todo lo que pueda embargar a uno esa sensación quizás no sea completa. En realidad lo que llamamos amor, creo, no es más que un estado preliminar de algo que pudiera ser o no. Pero, sin embargo, en medio de esa sensación siento que hay intercambio profundo de energías - cuando no es canibalismo energético ni necesidad - y esas energías que surgen en la retroalimentación del agradecimiento son como cosa viva con memoria que van más allá de la vida.

Pero, la verdad, es que el miedo a la muerte es una vaina; se siente o se cree que todo se borra. Y lo peor, en mí, por ejemplo, es que quiero que se borre, dejarlo todo atrás y aventurarme por nuevos rumbos.

Lo peor del amor es esa cosa de casi siempre subestimar un poco al otro, como si en realidad la amada lo necesitase de verdad a uno. Cayendo entonces en el engaño aun amando se está entonces solo... porque quien subestima y se siente necesitado por otro siempre solo está.

Oye: y lo peor es que tantas confusiones suelen resolverse con una simple sonrisa que perdura en la memoria y que nos dice que "por más que sepamos nada sabemos de nada en realidad"