Cuando la casa está tan vacía como ahora siento otras pupilas divagar, escucho ecos de sonrisas pasadas de moda. Por momentos el techo parece caerse sobre la mesa y las palabras desarmarse sobre mis hombros. Pero siempre hay una imagen que recompone el ambiente, un recuerdo que salva a la memoria y un suave olor a tierra que me sacude el olvido. 24/04/08.
Texto agregado el 26-04-2008, y leído por 98 visitantes. (4 votos)