Mientras llueva a borbotones
y la noche siga yerta
me postro tras tu puerta
a esperar con ansiedad
el momento en el que salga
quien cautiva tu mirar
y te puede acariciar
en secreto, en soledad

Como brilla este puñal
que aun no tiene mella
y dejará su limpia huella
en el pecho de tu amar
el relámpago dispara
mil luces en el lomo
del que anhelo con aplomo
se hundirá hasta el empuñar

Mi acero aguarda
destilando odio y soledad
él, bebe de tu humanidad
el sudor de la pasión.
De tu cuerpo satisfecho
saldrá tu amante, antes tu amigo
y mientras ardo y lo maldigo
arrancaré su corazón


Me llevo de recuerdo
la satisfacción enferma y cruda
de verte así, casi desnuda
llorando a tu escultor
que tendido en tu portal
yace, se pudre y endurece
como el odio que enceguece
cuando me engañas sin temor