Jonathan siempre tenia el temor de traspasar la cerca que quedaba en la parte trasera de su casa, porque detrás de la cerca existía una maleza en la que pensaba se podía esconder un animal tal como una culebra o cualquier animal sigiloso, prefería perder todas las pelotas que iban a parar al monte, pero una tarde una de las pelotas con la que jugaba con su vecino fue a dar directamente a ese especie de selva diminuta. Se dijo a si mismo hoy si saltare la cerca, rápidamente y sin pensarlo, salto apresuradamente, en ningún momento se entretuvo en tomar impulso, simplemente se lanzo y no tardo ni un segundo en pensarlo. La pelota la consiguió en cuestiones de segundo, al encontrarla la lanzo y de la misma manera que lo hizo de ida se preparo para su regreso. Reflexionando años mas tarde se dio cuenta que aquel hecho tan insignificante, represento para el, un nuevo modo de ver la vida, se dio cuenta que pudo saltar la cerca, porque no medito en hacerlo. Simplemente se concentro en el objetivo. Su primer amor, ocurrió porque salto la cerca. El escribir su primer libro represento otra forma de saltar la cerca, cada vez que se le presentaba un reto no dudaba en saltar como lo hizo aquella tarde caliente en su casa de la playa. Se dio cuenta que dejando la cerca atrás ocurrían dos cosas, en primer lugar sentía una satisfacción interna muy grande y aparte de esto el mundo lo dejaba atrás pasando a ser protagonista y dejando de ser un simple espectador.