Despertar de un sueño

Un día soñé que despertaba a tu lado, tú aun tenías los ojitos cerrados y esa carita de ángel que vuelve el ambiente tan tranquilo, respiro profundo y siento volar mariposas en el estómago, ojalá que ya despiertes, me gusta verte despertar por las mañanas con esa mirada aun de niño y los ojos llenos de lagañas. Todavía recuerdo la primera vez que te encontré a mi lado por la mañana, distingo claramente la inmensa felicidad que me invadió ese día, es tan claro que me parece que hubiera sido ayer a pesar de que han pasado sesenta años ya.
Ya son las siete y veinte, si no me levanto se me hará tarde y a ti igual, pero de vez tan lindo y tranquilo que prefiero dejarte descansar.
Las once y diez, volví cariño, ¿Dónde estás?, parece que no me escucha, talvez esté arriba.
Oye, ¿por qué no me contestas?, ah sigues dormido, que raro, iré a preparar el desayuno.
¿Qué haré de almorzar?, que bueno que fuí al mercado, así ahora tengo de donde escoger y como amanecí feliz le prepararé a mi viejito su desayuno preferido, veamos:
• Dos claras de huevo
• Tantitos frijoles con chorizo
• Medio bolillo
• Un vaso de leche
• Un jugo de manzana
• Fresas con crema
Creo que tengo todo, no es nada complicado, mejor me doy prisa para sorprenderle antes de que despierte.
Luz, roja es la luz
Luz de neon
Que anuncia el lugar,
“Baile kumbala bar”
Y adentro la noche es
Música y pasión…
Esa canción, que suerte que la toquen en la radio, ya tenía muchos años sin oírla, no recuerdo cuanto a ciencia cierta, pero sí la primera vez, en aquel baile en que coincidimos un día, justo mientras se escuchaba esa canción lo vi venir hacia mi, tan galante y con esa grande y cálida sonrisa que me dejó perpleja, me invitó a bailar y no pude negarme, desde aquel día y esa canción, supe que no nos separaríamos.
¡Ya está el desayuno!, tarde pero sin sueño, mi vida, por más que le hablo no hace caso, que raro, mejor subo a ver.
Pues parece que sigue dormido, pero ya son las doce, nunca se levanta tan tarde, oye despierta, no pude ser, ¡despierta!...
Ahí rompí en llanto, no podía creer que mi viejito hubiera muerto, estaba tan tranquilo, sinónimo de que no sufrió. Me dicen que me tranquilice, que ya era muy grande, ayer mi sobrina me dijo que intentara superarlo, ¿cómo cree que lo haré? Cómo se hace para dejar ir la amor de tu vida, cómo afrontas perder a quien fue tu compañero durante toda una vida, cómo le haces para vivir con la soledad que te deja la ausencia de lo más importante en tu vida.
Hoy lo descubrí, ahora sé cómo, llenando la bañera de agua tibia y me dispuse a entrar en ella, tomé un frasco de calmantes y cuando empecé a sentir sus brazos de nuevo, su calor y estaba cerca de alcanzarlo, desperté.