Me gusta esta pieza, es pequeña y no tiene recuerdos pegados a las paredes ni flotando en el aire.
Porque es verdad que las cosas que pasan quedan dando vueltas en el lugar y cuando uno está ahí se aceleran y golpean contra ti, quieren entrar todos de golpe.
Es por eso que duele tanto a veces, porque es un esfuerzo descomunal el que hace uno batallando contra ellos para que no se mezclen con tu presente, que tanto te ha costado, el cual de paso se pone celoso cuando vienen ellos en tropel a arruinar su obra.
Pero como son invisibles uno esta totalmente desprotegido.
Aparecen cuando quieren.
Hay que exorcizarlos, quemarlos, envenenarlos no dejar que vuelvan con sus corrosivas vocecitas a decirte lo que tu querías olvidar.
Malditos recuerdos, son la lacra de la mente.
Me gusta esta pieza, en ella no andan esos vástagos malcriados.
Andaban unos pero eran tan livianos y débiles que de una patada los saque por la ventana y, a veces, cuando la dejo abierta vuelven, pero tengo "raid mata recuerdos".
Eso me faltó el año pasado.
Porque esa pieza me mataba poco a poco.
Era entrar, un puñetazo y al suelo a reptar.
Doloroso y punzante, nunca supe bien como fue que les di tanto poder a esos recuerdos, pero se tomaron el ambiente...
Me fui de ahí, pero algunos me siguieron... camino por las calles de Valparaíso, mi nueva ciudad, y ahí andan los condenados apareciéndose en las micros, la gente, los perfumes y sobretodo en las canciones, lo bueno es que no están en su elemento... y los desbarato fácilmente.
No me van a venir a atormentar hasta aquí también estos desgraciados.
Me siguieron a Punta Arenas, pero ¡no!... en Valparaíso quiero mi tranquilidad.
Tendré que andar con ajo y cruces...cual vampiros los desgraciados me chupan la existencia.
Ya me aburrí...y creo que me dio sueño.
Uy!! ahí vienen mis recuerdos...mierda!!!! y no tengo mi raid....
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