TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / montiel_brusscalderon / Veneno

[C:349030]

Esperé unos segundos y el silencio se hizo insoportable, el temor quiso salir de mí y no lo logró. Me temblaron las piernas, sudaron mis manos, gotas del mismo cayeron por mi frente y mojaron mis labios con ese salino sabor de lo que no conoces. Finalmente cerré los ojos y lo escuché. Fuerte, ensordecedor y en ese momento lo vi, frente a mí. Me paralicé y mi corazón se situó en mi mano, pude sentir la sangre correr a toda velocidad por mis venas, la adrenalina invadía mi cuerpo y como un resorte salté, grité y corrí, lejos, a salvar mi vida. No sé por qué, si sabía, en el fondo sabia, que estaba escrito que esa noche yo dejaría de existir, tal vez quise alargar la agonía, no lo sé.

En mi carrera iba ciega, mirando sin mirar cuando alguien, algo me tomó y me tiró al suelo. Ahí lo supe ¡el fin! OH Dios no creí que sería así... ¡el fin! La impresión pudo más que mi cuerpo y me desvanecí. Ya no oí más, no vi más, luego, no sé cuánto tiempo, amargo y calor, amargo y frío.

¿Qué pasa? Dolor, ahora dolor…
¿Qué pasa? Abrir los ojos, cegadora energía y dolor. Amargo y frío, una vez más ¿Qué pasa?

Y al fin lo oí “tranquila, estás segura”. ¿Confiar? ¿Cómo confiar? Amargo y frío otra vez. Eras tú. Mirando, observando ¿Por qué el dolor? “tranquila, ahora está todo bien” ¿Cómo bien? Yo no me siento bien. Huir, correr, morir, esta noche he de morir, “por favor, quédate aquí, por favor” No, no se puede. Me paro, le empujo, me abraza “no te dejes engañar” ¿engañar? ¿Cómo? Esto es mi verdad, lo supe de siempre, es el día hoy, no sabía cómo pero sé que es hoy.

A mi destino le vi la cara, respiré su perfume y vomité. Me produjo pavor. Yo tenia la fuerza, la acumule por siglos, llegó el momento y esa valentía fue sólo mi fuerza para correr.

Impregnada la piel, olor a mi destino, vomité una vez más. Recordaba “por favor no te vayas”. Vi sombras y les injurie. Repudiaba mi día, el día que me tocaba vivir. La energía me cegó y ahora tanta falta me hacía. Estúpido sentido del deber, inútiles valores inculcados, ahora reniego de mis enseñanzas, ahora que todo pende de un hilo, ahora que mi existencia cuelga de mis lágrimas.

Y nuevamente “por favor no te vayas”, ¿Cómo quedarse? A la calle, a recibir mí castigo, a lo que merezco.

Pies de arena, voluntad gris y corazón de piedra. A mí espalda, a mí lado y nunca al frente.

Cerré los ojos y le vi, sentí su respiración en mi vientre, su presencia me hablo, no le oí, no le comprendí, lo supo y me gritó. Nuevamente no le oí, no le entendí, con rabia me gritó, rasgó con fuerza mi piel, no le sentí, no le oí, agitó mi imaginación, horrible, macabro. Temor, tanto temor y por fin lo vi. No era él, no era yo, eras tú… y al final sucedió, se encogió mi corazón y por ti me derrumbé, al suelo, de rodillas, sangrando mi existencia y con mis entrañas en guerra y lo supo, lo supe, el fin y lloré.

Texto agregado el 23-04-2008, y leído por 78 visitantes. (0 votos)


Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]