Inicio / Cuenteros Locales / Isai / Rojo
El sol llama por la ventana, ya son las diez en punto.
Mi casa llena de soledad me invita a entrar a la calle vacía de silencio.
Mientras camino por la acera el viento me susurra canciones de cuna.
Mi olfato se vuelve loco definiendo o tratando de definir todos los olores de la calle.
Mi bolsillo me dice que puedo tomar un café o tal vez dos.
Me siento en la terraza del café y enseguida se acerca la guapa mesera y me sonríe o al menos eso fue lo que dijo mi autoestima.
Por fin mi nariz se concentra en el contenido de la taza.
Ciertamente es un hermoso día.
Prendo un cigarrillo mientras mi mente acompaña al humo que se pierde.
Sara brightman acompaña mi estadía en la terraza.
Los dos enamorados que se comen a besos me abren el apetito.
Son una linda pareja.
Mi compañera palpita en mi bolsillo, esperare a que Romeo valla al baño.
Mi Express doble se enfría… parecen tan enamorados.
Por fin, Romeo necesita regar las manzanas.
Mi compañera grita de emoción y palpita cada vez mas fuerte.
Me levanto y me dirijo hacia la mesa donde Julieta se encuentra sola , vulnerable, apetitosa.
-¿Qué color te gusta?- le pregunto.
- Rojo- responde tímidamente.
Respuesta correcta
Me dirijo al baño y mi afilada amiga grita desesperadamente ansiosa.
Al abrir la puerta de los sanitarios me encuentro a Romeo lavándose las manos.
Afortunadamente no se encuentra nadie más en los baños.
Mi hambre aumenta con forme los gritos casi histéricos de mi compañera.
El es verdaderamente guapo, apuesto que lo hago verse mejor.
Como un mártir.
Cierro la puerta
Camino hacia la presa.
Alguien entra.
Maldita sea, carajo, y todo lo demás.
Tendré que improvisar.
-Disculpe señor- me dirijo a Romeo que se dispunia a salir
- Dígame- responde con tono armonioso casi cantando
-La señorita que viene con usted ¿es su esposa?- pregunto mientras el intruso sale del sanitario.
Por fin, hora de comer
Me acerco rápidamente hacia él con mi compañera en la mano.
Una lluvia rojiza cae sobre el piso del baño.
Guardo mi navaja que ríe extasiada de placer.
Romeo se retuerce en el suelo del baño mientras el corte de su garganta le impide respirar y mucho menos gritar.
Los ojos de romeo se apagan poco a poco mientras miran la sangre que se extiende por el suelo, su propia sangre.
Estoy satisfecho y mi compañera también.
Salgo del baño casi flotando paso junto ala mesa de Julieta.
-¿A usted que color le gusta?- pregunta dulcemente Julieta
El rojo
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Texto agregado el 22-04-2008, y leído por 169
visitantes. (4 votos)
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Lectores Opinan |
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22-04-2008 |
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¿Ala de pollo? ¿Ala de Alá? Ó Ala de saquese ala mierda? HugoPerea |
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22-04-2008 |
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Interesante trabajo, aun cuando en la frase "Me acerco rápidamente hacia el con mi compañera en la mano." él lleva acento, eso hace que se enrrede un poco la lectura, algunas fallas en juntar a la y convertirla en "ala" arregla esos detalles y tu relato retoma las fuerzas que posee, bien. Saludos desde Iquique Chile
esposo_de_mitsy |
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