En la Piscina

Como les conté en un episodio anterior (Cabalistico), Laly y yo tuvimos que mudarnos a Tampa en Florida, hermoso sitio... soleado todo el año, con playas de arena blanca y de agua azul transparente en el Golfo de México, a menos de cinco kilómetros de casa... La flaca habilito su Licencia de Enfermera valida en la Florida y ahora trabaja en el Hospital del Sur de la Bahía de Tampa.

A los pocos días, estábamos regando el pasto mientras conversamos mi flaca y yo, cuando se nos acerco una señora Cubana, residente a tres puertas de nuestra casa, en la misma acera, por la afinidad del lenguaje iniciamos una conversación intranscendental, donde ella nos contó que había llegado a estas costas cuando los balseros del Mariel, cuando Fidel Castro... zorro como siempre, abrió las cárceles Cubanas, limpio de delincuentes la isla y los mando para los Estados Unidos.

Yo le conté de la Pagina de los Cuentos y mis relatos, recomendándole leer la serie de Pacasmayo y los muchachos de la pandilla.

Nuestra relación nunca paso de un saludo lejano, cuando nos cruzamos en el Club o en la pista... pero hoy nos encontramos en la piscina, ella intentando ser amable inicio la conversación.

- He leído sus cuentos, si que era usted un Casanova, un Don Juan. Me dijo la Cubana.
- No se como pudo usted contentar a tantas mujeres. Continuo diciendo toda picaresca.
- Seguro que es usted Metrosexual. Con un guiño... mientras reía.

- No señora... a duras penas treinta centímetros. Respondí yo.


El que si fue metrosexual --- mucho antes que existiera la palabra --- era Carlos P... Cadete de la Aviación compañero de Alberto y coparticipante de nuestras fiestas semanales, en 1958 ningún hombre se depilaba el cuerpo, usaba aretes o se tatuaba el cuerpo --- algún tiempo después los Hipies hicieron común el tatuaje para los inadaptados --- mucho menos siendo miembro de unos de los Institutos Armados, apartándonos de eso Carlos las tenia todas....

Hijo de madre viuda o algo así, criado por una tía bonachona, su madre que era una santa y una hermanita que era un lomazo de pelo castaño, que me hizo romper el precepto bíblico de nunca tirarte a la hermana de un amigo; claro que Carlos era conocido nomás... se arreglaba las uñas con pulcritud, tenia el cabello siempre bien cortado y usaba solamente jabón Yarley de perfume ingles --- debo aclarar que Carlos no era homosexual... pero le andaba raspando --- era tan limpio y pulcro que realmente daba asco, claro que tenia suerte con las niñas... o tal vez era el uniforme, lo cierto es que lo volví a encontrar veinte años mas tarde, seguía soltero, muy pulcramente vestido y apestando a Yarley, me seguía dando asco y no me pareció que se hubiera vuelto maricón... todavía.