Elusivo mar de rostros,
masculinos, femeninos,
en una ciudad
quintaesencialmente
femenina
inasible paisaje humano
cambiante y móvil,
flotante, desplazable,maleable,
inestable y amorfo,
la ciudad en matices de gris,
la ciudad femenina
abriéndose a las oleadas,
de peatones que sin premeditación
avanzan como poseídos por extrañas
voluntades malamente individuales,
oleadas de peatones en blanco y negro,
en espectaculares, brillantes, grises,
como en un viejo filme de Louis Malle,
y agridulce banda musical jazzística,
elusivas miradas,
inasibles primeros planos,
desplazando su mirada inquieta
sobre los sonidos apilados
unos sobre otros
armónicos algunos,
desencajados por momentos,
anclada en la memoria
de hace más de tres o cuatro
décadas
celuloides de ayer
reciclados a través del formol digital,
rostros de ayer,
como si fuesen hoy,
en eterno blanco y negro,
jirones de realidad
en la calle,
en la pantalla,
ecos de tiempos idos,
vibrando en su perenne presente,
rostros cinemáticamente inolvidables
centelleando en innumerables pantallas
una y otra vez
como si fuese ahora ----
--©Eytán Lasca
----octubre de 2007
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