Reformas a la vida.
Por Luís M. Villegas.
Al fin, se descorrió el velo misterioso y pudimos conocer el contenido, en forma sintetizada, de la propuesta del Ejecutivo a la llamada Reforma Energética, entrega realizada en forma directa a través del Sector correspondiente, representado por la secretaria de Energía Georgina Kessel. Durante la semana pasada hemos visto, ya sin asombro, las escenas de la “toma” de las tribunas de las Cámaras de diputados y senadores por parte de los padres conscriptos del FAP que agrupa a los tres partidos de izquierda que permanecen en su mayoría leales al ex-candidato López Obrador, obligando, primero; a la suspensión de la actividad legislativa y posteriormente a la celebración en locales alternos de sesiones celebradas por los legisladores de los partidos PAN, en el poder y PRI como tercera fuerza, que unidos parecen haber coincidido, con la propuesta del FAP de celebrar un debate a fin de ventilar el tema petrolero, sin definir aun las condiciones , alcance y plazo para la celebración de ese intercambio, conociéndose las propuestas desde un periodo de 50 días, hasta otro de 120. La mayoría de los analistas opinan que de poco habrá de servir, toda vez que todo apunta a la concertación de un acuerdo en bloque de los grupos legislativos de PAN y del PRI, para la aprobación de la iniciativa citada y que toda la barahúnda solo serviría para dar tiempo a los opositores de retrasar la inminente aprobación.
No ha sido posible salvarnos de las posiciones extremistas mostradas sin rubor por comentaristas en la radio que exigen la desocupación de los legislativos implicando el uso de la fuerza, situación absurda que poco ayudaría al retorno de la tranquilidad. Por otra parte se han editado spots televisivos en donde se invoca catastróficamente al hecho disidente, comparándolo con imágenes históricas fuera de contexto, que presentan imágenes que pretenden mover al horror al presentar a Hitler, Mussolini, Pinochet y Victoriano Huerta, integrando en ellas al Peje en sus mítines del zócalo, reeditando las campañas que le colgaron el mote de “un peligro para México” en el periodo preelectoral, pretendiendo convertirlo en la imagen del “coco” que asuste a buenas conciencias y a niños incorregibles.
Si se dimensiona la propuesta a la luz de un análisis sereno y conocedor de la situación de PEMEX, deberíamos de aprovechar las opiniones de los directamente involucrados y entre ellos está la dirigencia del STPRM, a nivel de las diferentes secciones que la integran así como de su dirigencia nacional, ya que la Reforma afecta directamente a la materia de trabajo que da al sindicato justificación a su existencia. En este compromiso cuentan con sus trabajadores activos y jubilados que conocen verdaderamente las condiciones desde adentro y seguramente no estarán de acuerdo en la disminución de los puestos que tienen por el derecho que les concede su contrato colectivo de trabajo y en el Consejo de Administración de la Empresa donde se daría en la inclusión de cuatro nuevos “consejeros profesionales” nombrados por el Presidente de la República , a menos que representen los intereses de los nuevos asociados del sector privado, lo que debería expresarse sin mayor recato, toda vez que es lógico que cuiden de sus intereses. Dejar la construcción de refinerías a empresas externas equivaldría a construirle la casa a un albañil. El asunto de la ingeniería, la tecnología y el equipamiento siempre se ha adquirido como insumos, participando en todo momento personal técnico de la Empresa desde el proceso de planeación hasta la conclusión de las obras. Otra cosa será que ahora habrán de comprarse los productos procesados con nuestro aceite a empresas privadas, nacionales o extranjeras, que habrán de llevarse el valor agregado en la manufactura del petróleo crudo y del gas asociado. No tendrán ningún problema para hacerlo ya que han tenido tiempo de ensayar en el sector eléctrico, el cual prácticamente dominan, sustituyendo al Estado en este sector estratégico. Cualquiera notará que existe detrás de todo esto un gran negocio en donde la utilidad deberá ir a parar a quien invierte en ella con la lógica del comercio; mínima inversión y grandes ganancias, añadiéndose la inevitable asociación de personajes de la política que ven en esto la oportunidad de participar en estos negocios, hasta ahora legalmente limitados por las leyes vigentes.
Lo que se evidencia sin duda es que están confrontándose dos maneras de concebir a México, cuyo destino se inscribe en un proceso que no es nuevo y que se refleja en nuestra imperfecta democracia, sujeta a la concertación de partidos políticos que no representan al interés ciudadano, sino a los intereses económicos que manejan al país sin detrimento que sean nacionales o extranjeros. Nadie podrá quejarse que su diputado o senador no le consulte sobre éste u otros asuntos de vital importancia para expresar su voto en el establecimiento de las leyes que habrán de regir nuestra vida. Le aseguro que habrá pocas excepciones y que todo se dará mediante acuerdos, debidamente cabildeados, que pronto se convertirán en la realidad donde usted, yo, nuestras familias y todos los mexicanos, como siempre, sabremos acomodarnos con seguridad complaciente.