- No… no me mires a los ojos…no me hables… sólo quédate en silencio.
- … Sabes que no puedo complacer tus deseos…conozco el dolor por el que estas pasando.
- No hables… en tus labios sólo puedo percibir hipocresía.
- Yo no quise causarte sufrimiento alguno.
- Existe una gran diferencia entre las intenciones y el hecho… tus palabras son únicamente calumnias…después de todo jamás reparaste en las consecuencias de tus actos.
-Tus hábiles dichos dan de lleno en mi corazón
- ¡Que sordidez! Aquí la victima soy yo… en tu frente puedo leer con claridad adultero.
- Más aún en ella se refleja el amor eterno que te juré ante los ojos del Gran Creador.
- Tus promesas son sólo ilustraciones sin colorear, los planos de una casa sin edificar… son sólo sueños lejanos, no corazón, un amor no se alimenta de palabras bonitas y promesas a la vuelta. Blasfemias es lo único que pronunciaste ante Nuestro Señor, el infierno será tu perdición… muestra un poco de misericordia para con esta mujer, solo quédate en silencio
- Aquella fue una esporádica aventura, fue un pecado capital de un endeble cristiano que se dejó enredar por la materialización del diablo, y cegado por la lujuria y la voluptuosidad no discerní entre esta y la pureza de tu alma, la verdadera belleza perenne… por este amor, y a pesar de mi sed de perdón, el cual no merezco, haré un homenaje a este sentimiento.
Con una daga cortaré esta lengua que hizo juramentos que no logro cumplir… de esta manera evitaré lastimarte una vez más.
- Es triste pero será nuestro pacto de silencio…
- Un tímido homenaje a un gran amor…
Cogé la daga, con una mano sujeta su lengua y con la diestra desliza el instrumento cortante. La sangre se desliza por sus labios impúdicos. Las lágrimas dibujan un camino en los pómulos de la mujer que había adulterado.

Fin