Se perdió su mirada sobre algo que
Repentinamente apareció mezclado
Con el innombrable color de
Lo infinito.
Su pensamiento liviano gruñía,
Pues las cábalas de la mente
Con las que interpretaba
El espacio, buscando vida,
Estaban ocultas tras el viento.
Solo en ese momento en el que
Lo invisible era de formas y colores
Desaparecidos,
Supo que todo existiría.
Aguadulce, abril de 2008
José María de Benito
Texto agregado el 20-04-2008, y leído por 149
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Lectores Opinan
20-04-2008
A veces entre las sombras de nuestra propia oscuridad somos capaces de reencontrarnos con nosotros mismos, lástima que para eso se debe tocar fondo primero.... abrazos***** jackievidela