No llores por lágrimas ajenas
que la vida te guarda para ti un arca llena,
si malgastas tu llanto en otras quejas
quedarán tus ojos secos cuando la tristeza te venza.
No pidas perdón a quien no se lo merezca
pues del ingrato nunca saldrá alguna disculpa,
y para aquél que te quiso con cariño sincero
le bastará mirarte para entender tus dudas.
No malgaste tus palabras ni malgastes tus días
pues éstos están contados desde el alba de tu vida,
cada uno que pierdes es pagano pecado que te quema,
si se van en penas cobrará dos más sin que te des ni cuenta.
Y al final de tu vida, cuando ya casi para morir nada quede
harás balance de lo que has vivido y de penas el pasivo
habrá ganado la partida, en número rojos quedarán tus alegrías
perdidas -quién sabe dónde- en algún amor que tu cariño no merecía.
Texto agregado el 19-04-2008, y leído por 121
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