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Inicio / Cuenteros Locales / robertbores / EL INESPERADO Y SORPRENDENTE FINAL DE UNA HISTORIA CLÍNICA

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Gracias al austriaco Wilhem Rotgen que en el año 1895 descubrió los rayos X, la medicina moderna ha enriquecido sus posibilidades con el uso de la tomografía axial computerizada (tac) y, a la vez, el eco de las ondas sonoras de alta frecuencia (ultrasonidos) que consiguen obtener imágenes bidimensionales de las partes internas más blandas.
Los cartílagos, integrados por tejido conjuntivo, son discos amortiguadores entre las vértebras, las cuales procuran elasticidad y fuerza a las articulaciones de la rodilla y, al propio tiempo, cubren el extremo de los huesos más largos en el punto en donde coinciden otros para formar una articulación. En la rodilla, la rótula, el pequeño hueso situado dentro del tendón seudo fibroso une el músculo de la pierna con la parte más alta.
La rótula es el punto de unión del hueso de la pierna, conocido como el fémur, el más largo y resistente que da unión a la tibia , el principal sostenimiento de la extremidad inferior. La degradación del cartílago produce indefectiblemente el progresivo deterioro del movimiento unidireccional de la rodilla que, a la vez, reduce la flexibilidad de la articulación.
La Marta, una de tantas jóvenes que padecía un fuerte dolor en la rodilla de la pierna derecha, después de continuados estudios de su malestar, oyó a su médico decir que, posiblemente , tendrían que proceder a una intervención quirúrgica. En este mismo momento, ella, sintió un urgente deseo por llegar a conocer el sentido de las ponderadas e ininteligibles palabras, las cuales llenaban generosamente las prescripciones médicas; unos informes que ella, había recogido con mucho interés en un breve y espeso fichero.
La Marta disponía de una biblioteca heredada de su estimado padre, en donde figuraban dos gruesos diccionarios. Había decidido dedicarse a la personal tarea de entender, en el más amplio sentido, la específica interpretación de los términos científicos contenidos en el último informe técnico; por encima de todo la etiología de los factores de formación de la afección que comenzaba a preocuparla.
Más allá de las palabras del inicio, a parte de saber que el fémur se unía a la tibia, al hueso de la extremidad inferior, supo que la degradación del citado cartílago, produce un continuado deterioro del movimiento unidireccional de la rodilla, que en un periodo de tiempo no demasiado largo, ha de reducir la flexibilidad de la articulación.
Finalmente, como culminación del esfuerzo de su insaciable interés, llegó a saber que, la artrosis, la artritis reumatoide en principio, como el reumatismo ( a parte de las rupturas) hacen aparecer las principales dolencias que puede padecer nuestra estructura ósea.
Hasta este momento, he puesto mi huella personal, con la esperanza de no llegar a cometer ningún error. Es por este motivo, por lo que pido al sufrido lector, que haga un esfuerzo por dirigir su, para mí inestimable interés, hacia la verdadera intención de mi escrito, a cerca del cual pueden huir de la realidad de mi propósito, como es el claro intento anecdótico de todo el conjunto.
Pues bien, la Marta, el mismo día señalado para la última visita al traumatólogo, perdió demasiado tiempo en el nervioso momento de hojear el diccionario tratando de aclarar el significado del término “osteoblasto” célula embrionaria que preside la formación del tejido del hueso.
Tenía hora a las cinco de la tarde, cuando el reloj ya marcaba las cuatro cuarenta y cinco, es decir, las 16,45 p.m. En el centro de la mesa, rodeada de libros, facturas albaranes y diccionarios, revoloteaba el informe médico; dos hojas de papel las cuales, por más que lo intentó, no aparecieron.
Impaciente y desesperada, de repente, de un manotazo, recogió un montón de papeles para arrugarlos, con un singular e impensado enardecimiento, dentro de un bolso de cuero. Media hora más tarde, en la consulta, sentada delante del médico, suspiró:
....¡Ay!, suspiró...Buenas tardes doctor..Perdone...la circulación, los nervios –hizo por suspirar de nuevo.- No puede usted imaginarse hasta que punto lo siento. Luego de un segundo, le ofreció los dos folios del informe médico, los cuales había arañado de la bolsa de piel, cazados como por cinco ganchos de uñas rojas.
Más tarde, cuando el doctor ya tenía puestas las gafas, dotado de la serenidad que la profesionalidad otorga, releía el contenido del preceptivo informe, y en el momento de observar los ojos de la impaciente Marta, dijo:
Todo es perfecto, pero esto....., haciendo referencia a los informes...es la factura del lampista.

RobertoBoresLuis@hotmail.com
27-10-2006

Texto agregado el 19-04-2008, y leído por 117 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
20-04-2008 Muy bien. los detalles del problema mèdico con el final humorìstico. Uy, yo tengo dolores en la rodilla y tambièn es la derecha. doctora
19-04-2008 Es interesante como unes el conocimiento médico con la historia de tu personaje. Saludos. sergiomp
 
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