Mira saco ‘e wea
Lo que dice este poema,
Léelo tranquilo y que no te de pena.
O acaso me vay a decir que nunca hay garabateao?
No te hagai el asopao
Que yo te escuchao,
Echando chuchás de lo lindo
Hasta en misa de domingo.

Comienza primero por decir aweonao,
Y después maricón culiao
Vei que se siente bonito?
Es como reflejarse o fumarse un huirito!
Es como una terapia
Y te digo que más barata.

O cuando te martillai la mano
Que decíh?:
Recórcholis, centellas,
Sutano, megano?
Mentira, decíh martillo culiao,
Maricón desgraciao
Por tu culpa ahora tendré el deo morao.

Esa es la verdá esa es la pulenta
Así se habla en este país de mierda.
O no sabíai que el weón
Ya se ha institucionalizao?
Incluso creo que ya lo hemos exportao.
Lo ocupan los peruanos, también los bolivianos
Lo ocupan los ecuatorianos y los colombianos.

Ahora que Latinoamérica agarró esta tontera
Hablemos la franca y dejémonos de leseras
Todos somos weones,
Malos chatos o maricones,
Hijos de perra, putos, boludos,
Agüeonaos, culeros y conchudos

No me vengan con cosas raras,
Ni quieran imponer censura.
Acá pa’ callaos todos hablamos
De abajo ‘e la cintura.
De picos y choros
Que se aman hasta la muerte,
De tetas y culos
Que te vuelven demente.

Esa es la cruel realidad
Damas y caballeros
Somos unos chuchetas sin remedio
Y no hay quien nos pare
Porque en el interior de nosotros mismos
Seguiremos diciendo siempre:
Conchetumare!

RAÚL ANDRÉS QUEZADA Nov. 2005