Como florece el amor cuando conversamos,
todo se llena de luces de colores y nos olvidamos
del resto del mundo como si bailáramos
en el espacio estrellado solos tu y yo,
danzando...danzando.
Juntamos nuestros corazones y en un solo paso,
dejándonos llevar por la suavidad de la música
que vibra dentro de nuestros cuerpos,
como una sola y única comunión de mente y deseo,
unida al fuego eterno del amor.
Como florece el amor cuando nos miramos.
Nos envolvemos en el suave fuego del verano.
Saltan chispas de colores a nuestro paso
y querubines lanzan cantando sus dardos,
a los fríos corazones para alentarlos.
Miren a su alrededor y extiendan sus manos
como en un infantil juego de ojos vendados,
y no dejen pasar al destino por su lado.
Así conocerán al más bello amor expresado,
aquel de suspiros y dulces caricias.
De tiernos besos y sofocantes abrazos,
que convertirán a sus vidas en deliciosos encuentros
de sufrir riendo y llorar a carcajadas,
ya que el amor teje y amarra con lazos
de colores a las parejas que se siente amadas.
Lentamente te vas metiendo bajo mi piel,
con coquetería, mohines de gusto, y risas
y comienza otra vez la danza de Eros y Afrodita,
Ya no siento los sinsabores ni el gusto de la hiel.
Todo se ilumina a mí alrededor con tus caricias.
Te amo mi bella diosa, mi mujer aparecida
llegada a mi vida en un dos por tres,
justo cuando mis maletas hechas tenía.
Danzaste a mí alrededor con un vasito de Jerez,
desafiándome a que te tomara vida mía.
Nomade...No se olvidan esos momentos, por más que pase el tiempo |