Llueve serenamente
las primeras gotas
estallan contra el vidrio,
un súbito estruendo
y el cielo se oscurece,
una multitud de sombras
pueblan las veredas,
los árboles y el viento
amantes primitivos
festejan su frugal encuentro.

Llueve copiosamente
la escasa tierra
que aun resiste al asfalto
recibe el agua
con los poros abiertos,
y emana un dulce aroma,
cierro los ojos
e inspiro el aire húmedo,
es un instante calmo
de eterno paraíso.

Pero ya clarea el horizonte
lentamente el tiempo
recompone las horas de rutina
y mi vida se nubla nuevamente
hasta la próxima lluvia...