EVOCACIÓN.

Para su cumpleaños recibíio la visita de su hermana Isabel, bastante menor que ella y que se ve muy joven. Le trajo un presente que le vino muy bien y la alegró y cariñosa la invito para el próximo fín de semana largo, ella iría a buscarla.
Su casa no es demasiado grande, está muy bien equipada, es una preciosidad. bueno, Isabel es Decoradora de Ambientes y le va muy bien.

Elena decide salir de la tina despues de disfrutar un delicioso baño con sales exquisitas que la relajaron, sintiendo nueva. Aparte que el cuarto de baño es una maravilla y de buen gusto.
Coje una mullida toalla y envuelve su cuerpo, mientras se seca el pelo. El cuarto permanece con vapor y el espejo de cuerpo entero está empañado. Deja su pelo suelto y con voluptuosidad baja por su cuerpo la toalla y se contempla hasta dejarla caer a sus pies. Se coloca las manos en la cintura, las mueve en una lenta danza, se vuelve y contornea sus caderas, se mira el trasero. Elena sabe como la miran los hombres cuando sola o acompañada transita las calles y los piropos hermosos que recibe. Incluso cuando viste el uniforme del liceo, llama la atención su anatomía bien modelada. El aún empañado espejo le muestra toda la belleza de su cuerpo juvenil. Alza los brazos, pasa las manos por su cuello, levanta sus mamas,hunde su vientre conteniendo la respiración y echa los hombros hacia atrás, se ve atractiva, sus largos cabellos flotan en su espalda , esparciendo reflejos en la penumbra celeste que le obsequia el cristal de la ventana con la luz que lo transpasa. El espejo se desempaña con rápidas gotas, Elena enmudece al volver a la realidad. no sabe cuanto tiempo ha transcurrido. Gruesas lágrimas ruedan por su rostro, los sollozos contenidos la ahogan y le causan dolor al pecho. Avergonzada de esa reminiscencia tan intensa. Casi sin mirarse se arregla su cabello gris. Tal vez fué el ambiente que no es el de su casa, o las sales a la que ella no está acostumbrada que sacaron a flote ese sueño secreto de vivir una primavera oculta en lo recóndito.

Siente los pasos de Isabel por el pasillo y esta desde fuera le enciende la luz.
-Nena, se te olvido dar la luz. ¿Qué tal el baño? Una se siente rejuvenecida
-¿Sería eso? murmura pudorosamente Elena