permiteme llorarte
solo un instante
instante vacio
frio
donde se rompio la utopia,
permiteme alejarme
ayer al oirte
sembraste ese millon de dudas
que es capaz de convertir en asesino
a un hombre santo,
cartas de amor marchitas
cartas de dolor bien escritas
oh mi espiritu se desprende de su desesperacion
nunca te vere,
de tanto dar
mis manos vacias
en perfecta y desencantada union con tu belleza
lloro solitario
oliendo el millar de flores malditas
que tu pusiste en mis bolsillos,
eran tumbas
jovenes tumbas
que un dia nos hicieron sentir felices
acompañados y eternos
pero hoy todo aquello esta lejano
con un sabor amargo
delicados aun
mas muertos que vivos
desdichados
porque ni nosotros sabemos
que fue del beso que nos dimos
y que hoy
haria que un santo
abandonara toda religion.