Tengo en la cabeza un laberinto de quimeras, un soliloquio lleno de mitología, recetas de pócimas mágicas escondidas en poemas, sortilegios para hacer a tigres cantar y a los leones llorar, hadas que encantan con la mirada, brujas y reinas que al final será una lo otra y viceversa, cuentos para trabar lenguas y soltar ideas, mas otras tendenciosas pendencieras de demencia, que se le ocurren a todo juglar en vía de extinción.

Voy corriendo tras la liebre cayendo al fantástico jardín donde en secreto juegan libremente los niños, cegado por las brillantes frutos del paraíso, pierdo el norte y me quedo a orillas del agujero sin fin de donde brotan las mariposas y aves de fuego.

En una tierra de gigantes jurasicos pasan la ausencia de miles años a el instante mas allá de la caída de un astro, en un viaje sin retorno junto a simbad y otros tantos marinos, presenté tributos al rey de unos zapateritos llamados así mismo liliputienses, no se porque pero creo que por su creencia en ser hijos todos de la diosa burlesque lilit; dicho reino ubicado axialmente en la tierra enanana, al este de los hobbis, y al occidente, donde nace el arco iris, un diminuto poblado de duendes, guardianes de la olla dorada, la tensión de cada línea del país de los enanos, es grande nadie cruza sin permiso nadie toma por esposa a mujer del otro estado, el paso por belicosas isla fue rápido, tres no mas y ya estaba en los limites de su diminuta isla, sembrada toda con bonsáis y raros hongos.

No por la ciencia si por recopilar mas aventuras para otros, hice un libro donde describo cada uno de mis pasajes por dicho mundo de ensueños, no por el oscuro culto, si las Alicias que por hay anda distraídas con la realidad, que ata mente y almas al suplicio de un cielo bien ofrecido, cual trueque- almas por pesado oro, y livianas tierras de campesinos cedidos noblemente ante la brava espada-lengua y avara boca que proclama, la farsa del nombramiento de un hombre justo ante los ojos del señor, y del gobierno monstruo cruel que hipnotiza con su vil mentira de ser mas grande que el individuo, llegando hasta retar su creador; alienistas que se alistan y prestos a restar con prisa cualquier intento de fuga al régimen impuesto, presos a colonizar mas enclenques de mentes, que con su propaganda de un fácil vivir distraído andan con la vana televisión, separando medio mundo conocido por impermutable e impermeable ombligo de donde creen jamás cesara de sangrar la tierra el exudado de viejos huesos.

Se sepultan todos los demonios, caídos del paraíso y la adrenalina, corre por la savia de las palabras de mil sabios, que trasportaron el conocimiento de elevados olimpos a un huerto de olivos, donde pace el rebaño a liderar liberando fuego entre incrédulos humanos.