Sin ocultarse se esconden
las orillas aun humedas
con las huellas marcadas,
de profundos pasos.
Por las altas montanas
se interrumpen los caminos
por las reliquias que la madre trae.
Y aun en lo alto de la copa
de un arbol
y como un ave rebosante
de grandeza
aqui estas
mis manos esculpidas por tu insuperable belleza,
justo aqui donde caduca mi alma ante insoportable tristeza.
Texto agregado el 15-04-2008, y leído por 191
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
15-04-2008
Es una imagen bien delineada, pero el anterior comentario tiene cierta razón: tal vez se adaptaría más a prosa poética. Pero eso no le resta belleza. lmc
15-04-2008
me gusta el verso final, sólo eso. no me gustó el desarrollo de tu pesía, pues observé una linealidad palpable hasta por el aire que me rodeaba. Es un texto de absoluta linealidad inherente a todo extracto de prosa que/luego/se/ver/si/fi/ca; sin ser necesariamente eso que se autoproclama "poesía" unlocomascontralacorriente
15-04-2008
Bonitas imágenes, triste, nostálgico. No sé si exista la palabra regozante... (si sí, házmelo saber) pero ¿no sería en todo caso "rebosante"? Buen poema. Saludos!*** sayven
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