Quería descubrir mi pasado, me empeñé en mirar solo hacia atrás, sin mirar que tenía todo un futuro por delante.
Solo sentía rencor, odio, lástima por mi misma, no podía ver que dentro de todo lo malo que me tenía pasado había tenido mucha suerte, muy pocas personas había sobrevivido a sucesos similares.
Tenía que estar orgullosa de mi misma, por haber sido tan fuerte, pero lo único que sentía era pena.
No se en que momento dejé de luchar, ni en que momento me empecé a dar por vencido, en ese momento empezó mi declive, mi bajada a lo más profundo de un pozo del que ahora empiezo a ver el final.
Destrocé mis amistades, me dejé llevar por malos consejos...porque no era capaz de darme cuenta de que el único consejo debía seguir era el de que debía ser feliz, ser feliz por encima de todo.
Llego un momento en el que pensé que era demasiado tarde, pero nunca es demasiado tarde cuando por fin nos damos cuenta de nuestro errores. Porque para ser feliz basta con una sola cosa, darnos cuenta de que seguimos vivos y la suerte que tenemos porque sea así.