Pongámonos en situación: estamos viendo desde la calle la final de la Copa mundial de fútbol en una vidriera. Ultimo minuto del segundo tiempo del alargue, 0 a 0. Nos espera el parto de los penales. Los nervios invaden nuestros sentidos y los de todos los transeúntes que se ubicaron a sufrir a tu lado. Por ahí sucede un corner a favor de nuestra selección, patea el siete, la pelota en el aire todavía no llega al area cuando justo el pelotudo que se ubica delante nuestro salta levantando los brazos por anticipado. Lo que continua es un griterío generalizado, todos saltan y festejan y ocurre ese extraño instante en el cual todos nos abrazamos sin conocernos, pero con la angustia de no ver ese momento único e irrepetible por mas que después los noticieros repitan el gol hasta el hartazgo. Al pelotudo anteriormente mencionado lo denominaremos eclipasdor.
Esta raza abunda y generalmente su acción es involuntaria e ignoran que están obstaculizando nuestra visión. Son los que se levantan en el momento culmine en una película y se cruzan delante de la pantalla en el cine, son las viejas que van del brazo por la vereda y forman barrera detrás de un culo formidable, son los que rodean por curiosos a los ahogados en la playa y quitan él oxigeno tan preciado que necesita el pobre infeliz y lo peor no nos deja ver a los curiosos de la segunda o tercer fila.
Los eclipasdores no solo son personas pueden ser árboles que tapan el nombre de una calle que no encontramos, un camión que se estaciona justo delante del cartel de publicidad de la que todo el mundo habla y vos jamás viste, ect, ect.
En estos casos nos encontramos con el inverso del famoso dicho “es loco pero no come vidrio”. Si son locos o no, me importa un pedo pero sus hábitos alimenticios deben variar entre el vidrio, el polietileno transparente y la gelatina sin sabor, (prefiero vidrio y polietileno) ¡ah! y mucha agua. Si el setenta por ciento del cuerpo humano es agua en estos individuos llegan al cien, y otra cosa, si nuestro planeta se llama tierra y su mayor superficie esta cubierta por agua y nuestro cuerpo es pura agua porque mierda nos llamamos terrestres, bue me fui al carajo. Volviendo a nuestros seres transparentes cave aclarar que a veces entre el punto A, (el objeto) y el punto B, (el observador), se interpone el punto C, (el eclipsador), varían los actores por ejemplo casi siempre nosotros somos el punto B, pero a veces uno puede ser el punto A, (solo por ridículo, no por ser lindo), el punto B, (mejor la punta), y el famoso C, (árbol, kiosco de diarios o boludo ocasional).Como en la vida somos héroes o villanos, vivos o bobos según la ocasión, un día entre los días ocurre que nos toca ser el punto C, jodiendo la visión de el o los A que te quieren cagar a trompadas. Como ya dije los puntos pueden variar todos entre sí menos en el caso que el B sea un árbol a no ser que la escena transcurra en La tierra media del Señor de los Anillos, (Las dos Torres..., Barbol, ¡bueno si no te das cuenta y no viste la película jodete!).
Alguien pensó en formar un frente para eliminar a los eclipsadores pero sería un caos ya que no solo desaparecerían los objetos, sino las personas y los animales. El mundo pasaría a ser una bola de naftalina y uno viviría como El Principito, un embole.
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