Se juntaron a las 10 de la noche...Llegaron callados, nerviosos...Sabían que lo que iban a vivir los marcaría para siempre...Aún así, nadié faltó...Los cinco concurrieron responsablemente a la tétrica cita

No quisieron comer nada...Sólo se sirvieron unas cuantas cervezas para envalentonarse y afirmar la mano al momento de la verdad. Conversaron un rato sobre las cosas que habían pasado juntos, el colegio, la universidad...Tantas fiestas de soltero de las que nadie sabrá detalles excepto ellos...Tantos veranos...Tantos secretos...Rieron nerviosos...Estaban aterrados

Entre ellos no habían líderes...Eran un solo ente moviéndose en grupo desde hace más de 10 años...La pérdida de uno de ellos no podría taparse con nada ni con nadie y aunque aún no se sabía a quién le tocaría ya se echaban de menos...se miraban con tristeza y cariño...Si no se les caían las lágrimas era por el terrible miedo que cada uno tenía de ser el escogido por la mala suerte.

Justo a las 12 el mayor de ellos tomó la palabra y decidió el comienzo del siniestro ritual. Se sentaron en círculo y temblando, los cinco metieron la mano a la bolsa que tenía 4 bolas blancas y sólo una bola roja.

Sacaron la mano y algunos no quisieron mirar el color de su bola...Sólo reaccionaron cuando se escuchó un “mierda!!!” que delataba al perdedor…

Se puso de pié y con lágrimas en los ojos tomó el anillo que estaba encima de la mesa y salió de la casa...Los 4 restantes respiraron aliviados y al cabo de un rato, cuando se calmaron por fin, comenzaron a organizarle a su amigo la despedida de soltero…