Me enamore de ti sin querer, sin darme cuenta sin poder evitarlo, torpemente ya es muy tarde. Cuando abro mis ojos lo primero que viene a mi cabeza es tu nombre, y que estarás haciendo. En el transcurso del día, me siento el ser más triste y solo del mundo. Recuerdo perfectamente cada lugar donde estuvimos juntos, y al verlos ruego volver a aquellos momentos donde éramos tan felices…. Y después de esas breves nostalgias me siento aun más sola, y la tristeza asola mi corazón. ¿Por qué? ¿Por qué no te aproveche y quise como debía? Ahora el tiempo me castiga, cada segundo es tu nombre, cada minuto una desdicha, las horas dolorosas agonías. Y cuando llega la noche y pienso que mi pobre alma podrá descansar, apareces tu, en hermosos sueños, en los que vuelves a quererme y desearme, pero los sueños, sueños son, asiendo de mis acidas mañanas aun mas miserables. Verte con ella, es agua maldita que oxida aun más mi pútrido corazón. Pedí a las estrellas amarte siempre y ahora cumplo su sentencia. Hasta el final de mis días estarás en mí, como una herida sangrante. De la que brota interminable sangre, y manchara el resto de mi vida. |