Entre olor a naftalina y polvo de tantos otoños encontré un diario de una niña, una pequeña que relató sus nuevas experiencias a medida que pasaba a ser una adolescente. Muchas de sus historias son dignas de transcribir, otras mejor que el tiempo borre la tinta de esas mustias palabras, sin embargo su escencia la hace ser tan versatil que puede escribir tantas dichas como desgracias en un mismo ejemplar...


Jamás pensé estar viviendo eso que me obligué a olvidar o que no había vivido hasta ahora, "eso" que a pesar de mis revolucionadas hormonas nunca pensaron en amor mas que vivir la "mala vida" y herir corazones por gusto. La life cambia y resulta que todo lo que hay en ella también, el tiempo pasa como atleta y nos trae consigo madurez, cambio mental que hasta ahora es lo más valioso.

Lo que no deja de ser importante en mi vida es el infundado propósito de buscar la soledad y encerrarme en mi ambiguo mundo. Ese es el factor debil de mi personalidad que muy pocos resisten y casi nadie lo combate a mi lado. No, no es que este sola si no que yo misma alejo a a esas personas que me entregan en bandeja su ayuda por miedo a inspirar lástima e incomodar en vano.

Gracias a fuerzas extraterrestes he podido relacionarme con personas con mayor capacidad reflexiva y maravillosamente cuerdas; he podido "sentar cabeza" y hacer funcionar varias neuronas que por efectos "herbales" estaban dormidas o en su defecto viendo elefantes rosados.

Estoy en terapia intensiva, tengo un psiquiatra bastante guapo que me trata de curar la cabeza y llenar mi corazon de fantasias, pero fantasias concretas, esas que se mezclan con lo real. Le llaman amor verdad? Espero poder contarte una novela interesante, prometo que los protagonistas seremos mi psiquiatra y yo...