Alguna vez en la vida todos hemos sufrido por amor, es algo que siempre sucede, tarde o temprano todos pasamos por ésa prueba, le llamo prueba pues es cuando probamos qué tan fuerte somos, cuando vemos que nuestro corazón, nuestros sentimientos, la entrega y lo que somos quedan desperdigados en el suelo como si una gran explosión hubiese destrozado nuestra escencia y aún así derrotado insisten con pisotear los trozos aún dolentes y bailar sobre ellos como si fuera el más grande acontecimiento social.
En ése momento, cuando vemos nuestra alma destrozada, es cuando comenzamos con cuestionamientos que sin duda jamás nos habríamos hecho, comenzamos a preguntarnos qué hicimos mal, porque no hay duda que cuando existe una ruptura la responsabilidad es de dos, nos preguntamos qué, de todo lo que hicimos estuvo mal, dónde estuvo el error, cuándo fué que comenzó a romperse lo que se creía que era perfecto.
Luego de tanto cuestionamiento comienza el período de reconstrucción, cuando comenzamos a recoger los trozos y comenzamos a armar el puzzle de nuestra vida, y una vez que ya todo está armado nos damos cuenta que hemos vivido, que hemos sufrido, que hemos llorado, y que sin duda pese a tantas amarguras hemos sido felices, y cuando nos damos cuenta de ellos nos regocijamos de haber vivido.
Hoy luego de mucho pensar, te das cuenta que de algún modo u otro hubo un momento de tu vida que te anulaste como persona, dejaste de conocer a mucha gente que podría haber sido un gran aporte en tu vida, pero sin embargo logra consolarte la idea que sólo Dios sabe porqué hace las cosas, y la verdad es que es así, tal cual, pues te das cuenta que debes haber vivido todo lo que sucedió para que algo bueno llegara a tu vida al fin.
Cuando crees que ya tu vida está estable, aparece alguien que logra descentrar tu mundo, cuando creías que ya sentimentalmente estabas clara en no querer sufrir denuevo, en no querer que nadie mas vea lo que eres en escencia, por miedo a que sea vulnerada tu fortaleza, aparece él, la persona que logra entrar a hurtadillas por el patio de atrás de la gran barrera que pusiste, logra entrar como el viento por las rendijas que no alcanzaste a tapar, y se instala ahí, en el centro de todo, ocupando un lugar que ya creías vacío, o que sólo ocupaba tu familia, pero el lugar de ése ser especial en tu vida, seguía vacante hasta que llega ése haz de luz.
Esa persona especial tiene forma de hombre, corazón de poeta y alma de gitano, es una persona que sin proponérselo logró entrar en la escencia de lo que soy hoy como mujer, logró que abriera mi corazón como flor de primavera, logró enseñarme por medio de sus dulces palabras que siempre hay un nuevo amanecer, y que siempre existe una nueva oportunidad de amar, logró mostrame que la soledad es un estado conciente que se desvanece en segundos, logró mostrarme que siento, que quiero y que aún puedo amar.
Sabes lo que espero de la vida? nada, pues todo lo que en algún minuto quise lo tengo ya con mi gitano.
Gracias por estar ahí mi hermoso gitano de amor.
Clau.
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