Seguidilla de bemoles anfitriones,
casi ajenos…antagónicos,
entrelazados y latentes
permanecen...sustrayendo la energía.
En un día, mil dolores se adicionan!
La mañana….fue el insulto de una boca!
Una acción y reacción, acallada en bofetada.
Y al instante….un aclamo de disculpa,
condiciones temporales y conjugo de miradas.
El transcurso…la tragedia….
La partida indeseada!
La impotencia, la vehemencia con el alma…!
de que sólo sea un sueño.
Y es decirte, en voz baja y temblorosa
Nunca supe hasta ahora que partiste,
del afecto, del cariño que en mi pecho construiste!
Gracias por seguir junto a mi!
Al momento…un llamado de advertencia…
En sucesos venideros, sobre ascuas estarás!
Son secuelas…de ese acuerdo,
es la acción encaminada, al murmullo de otra gente.
Qué desgano de este cuerpo! Qué mudez en la mirada!
Blanquecina está la mente…
sólo flotas, sólo sigues!
Y quisieras ser compaña, de aquella pronta partida.
Más de pronto se te asoma una inapetente amanecida,
que ha venido a remecerte, porque te aguarda aún, la vida!
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