Los tenues rayos de sol que penetraban por la ventana,lo despertaron.
Se levanto y reviso el traje que habia dejado la noche anterior doblado sobre la silla.Era la ropa que llevaria a su trabajo.
Se preparo un cafe,el cual decia que era el beso de los buenos dias para despertarlo,de una mujer imaginaria.
Se rasuro la barba,queria estar presentable para comenzar una nueva semana.
Se vistio de prisa,ya que el reloj marcaba casi la hora de estar en la calle, y tomar el subte que lo llevaria a la oficina.
Al salir,se encontro en la puerta con el portero de su edificio, que le dijo algo sobre el pago de la
renta ,pero con la prisa no habia entendido bien.
Al llegar al centro de la ciudad,camino la cuadra y media que lo separaba del lugar en donde estaba su oficina.Al entrar saludo al concerje,que le contesto con un buen dia entre dientes y mirada de asombro.
Al llegar al ascensor se encontro dentro con empleadas del piso anterior a su lugar de trabajo,y al verlo entrar,hablaban por lo bajo entre risas y mirandolo de reojo.
Entro a la oficina,un salon amplio en donde se repartian dos filas de escritorios,los cuales ya estaban ocupados por sus respectivos empleados.
A su saludo como de costumbre, no recibio ninguna respuesta,solo sintio las miradas, que como espinas sentia que se clavaban en su espalda.
En su escritorio,el humo de un cigarrillo,descansando en el cenicero le llamo la atencion,ya que el no fumaba.Se quito el saco,y al levantar la vista despues de haberlo puesto en el respaldo de la silla, se encontro con la figura de su jefe,que manos en jarra lo miraba extrañado.
-Buenos dias señor Fagundez,le dijo.
_¿Me quiere decir que hace aqui? le contesto el jefe.
-Como todos los dias señor cumpliendo con mi trabajo.
-¿Su trabajo?
-Asi es.
-O esto es una broma de mal gusto o no se de que trabajo habla.Por que yo lo despedi hace mas de 6 meses.-
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