Al amarte con lentitud avanzo
Beso primeramente tus carnosos labios
Y extraigo de ellos la frescura de su savia.

Me resbalo luego por tu cuello
En un desliz q’ comienza a encender la pasión.
Humedezco las coronas de tus senos
Para arrancarte un suspiro
Q’ de a poco estremezca tu interior.

Me detengo en el punto medio de tu cintura,
Y elevo la vista hacia los horizontes.

Contemplo al Norte tu rostro:
Tus ojos cerrados tapizados por negras pestañas
Tu boca a medio abrir
Q’ acaricia cada uno de mis dedos.
Tus mejillas encendidas
Por los espasmos de cada ataque de mis dientes.

Observo hacia el Sur
Y diviso las nubes q’ anuncian la tormenta
En un mar de muslos agitados

Luego podré continuar mi rumbo
Y encontrarme con la peligrosa belleza
De tu esencia mágica,
Q’ me atrae, q’ me absorbe,
Q’ me obliga a desviar mi rumbo
Hacia tu monte de alerces incendiados.

Y desde allí preparo finalmente
Mi última aventura t me deslizo lentamente
Por los surcos de tu caverna selvática
Y penetro en ella para arrancarte
Tus últimos gemidos,
Tus últimas contracciones de placer
Antes de q’ vacíe todo mi ser en su interior
Antes de divisar la última sonrisa de mi vida,
Antes de q’ me seque completamente
Dentro de tu cuerpo…

RAÚL ANDRÉS QUEZADA Ene. 2004